La guerra sucia se concentra en el viejo principio de que una mentira repetida constantemente se convierte en verdad. Excepto que debe llegar un momento en que la mentira se descubre, pierde credibilidad, y la repetición pierde intensidad y reduce su efectividad. Siempre habrá quién crea las mentiras.

En 2006 la campaña del peligro para penetró y seguramente inclinó votos, pero no tuvo la eficacia para determinar la elección, esto más bien lo logró el fraude electoral. En 2012 el mecanismo fue la compra de votos lo que determinó el triunfo. Tan no destruyó la imagen de que le fue relativamente fácil levantar de la nada un nuevo partido político, empezar a ganar elecciones (en el EDOMEX ganó de nuevo la compra de votos) y posicionarse en primer lugar para la elección presidencial en 2018.

En 2018 vemos una repetición ad nauseam del intento de venezolanizar a México, la inundación de fake news que van desde acusar a los hijos de López Obrador de manejar carros lujosísimos hasta acusar a la esposa de conexiones nazis, infamia a la que no se habían atrevido, esa debe ser la escala de su desesperación. Y hasta los mercenarios dicen que ganará AMLO y algunos se retractan de la guerra sucia del pasado.

El PRIAN ha contratado mercenarios expertos en guerra sucia electoral, los que son pagados con fondos de la sociedad. Nuestros impuestos y la deuda en nuestro nombre se usan para degradar a la política y arrastrarla en el fango.

Enmedio de esta inmundicia se anuncia que estudiantes del ITESO como producto de un curso, produjeron un video de reggaetón que ha sido intitulado “Niña bien” y que se viralizó de inmediato. Claro que no tardó el racismo en descalificarlo, llamándola nakita (sic). Y si no son estudiantes el video es muy bueno.

El video es una visión transgresora del secreto del , de la manipulación de la gente, de la opinión sobre un catastrófico y corrupto, y de la expectativa de que la presión familiar puede inclinar el voto.

El video deconstruye a la guerra sucia. Si la estupidez de Venezuela se había desgastado, con el video se eliminan los esfuerzos invertidos en una parte de la clase media para hacerla anti peje –¿populista?-.
La niña bien, millenial, se mofa de la familia conservadora, usa los colores patrios para mostrar que no promueve causas extranjeras (causa sentida en un país que entregó a traición la mitad de su territorio), y después de comulgar, en la iglesia, of all places, expresa libertad.
En un sistema autoritario mostrar libertad es el mayor acto transgresor posible.

Dice Martha Batiz que ojalá este video lleve a una guerra de canciones, lo que sería mucho más creativo y divertido. La cuestión es que es muy difícil moverse del cliché, tan cómodo para ser repetido como perico, por aquellos que no se toman la molestia de pensar en la certeza y acuciosidad de lo expresado.

La lógica de la guerra sucia es destruir al oponente, suponiendo que la destrucción le quita votos, los que no necesariamente le caen al promotor de la suciedad, pero piensan que mejorar el posicionamiento en las encuestas se da por eliminación. Lo particular de ésta elección es que mientras más avanza la guerra sucia más avanza el apoyo a AMLO. Según Mitofsky 50% creen que AMLO va a ganar.

El video llama a votar, a lograr lo opuesto a lo que busca la guerra sucia. Y sacar al PRI.

El PRI se acerca a su mayor derrota de la . Sin la presidencia, con muy pocas gubernaturas, y con una esperada reducción significativa en el poder legislativo caerá en un pozo de escasez de fondos públicos con lo que su acción política será nulificada.

Es esperable que avance en el poder legislativo sin la disciplina priista, esto abre dos escenarios: Que AMLO, de ganar las elecciones, tenga que negociar hasta los aspectos más mínimos de la agenda nacional; o que negocie a su favor grandes temas como el , revertir las reformas más perversas para la sociedad y economía mexicana y que los demás temas se dejen al libre juego legislativo, dónde al parecer podrá llevar mano debido al efecto AMLO.

Según Mitofsky AMLO lleva una ventaja de 30 puntos, diferencia que podrá reducirse sin garantizarle la ventaja a los muy lejanos seguidores.

Esto implica que posiblemente algunos candidatos a diputados y senadores sientan que Meade o Anaya son tóxicos y no los incorporen a sus campañas, cuestión que los debilitará todavía más.

La caída del PRI/AN, el hundimiento del PRD, la emergencia de MORENA como nueva fuerza puede darle una nueva cara a la política mexicana y optimistamente, abra la puerta para empezar a limpiar el chiquero.

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