La mayoría de países latinoamericanos son exportadores de materias primas y, como tal, su economía depende de las perspectivas de crecimiento económico mundial. La ralentización de la actividad mundial está afectando a la región y queda ya reflejada en los anémicos precios del mineral de hierro y del cobre.
No obstante, también resulta importante tener en cuenta que el debilitamiento de la economía China terminará por desencadenar un plan de infraestructuras que brindará apoyo a la demanda de metales del gigante asiático, lo que será favorable para los países latinoamericanos exportadores de materias primas.
Los inversionistas deberían ser prudentes y examinar los fundamentales de cada país y su dinámica interna por separado, dado que todos los países no dependen en la misma medida del ciclo económico mundial y no muestran perspectivas de crecimiento idénticas.
Por ejemplo, en el caso de Brasil, creemos que resulta poco probable que el país entre en recesión. El país registrará probablemente un crecimiento del PIB entre el 1% y erl 1,5%.
La reforma de las pensiones ya aprobada, constituye un factor claramente positivo. Existe un cierto dinamismo positivo para la aprobación de otros cambios, como la de la venta de derechos sobre el petróleo, que debería generar flujos de entrada de divisas y apuntalar las balanzas de pagos de los países.
Esperamos que la economía argentina siga viéndose penalizada por un contexto de incertidumbre antes de las elecciones presidenciales del 27 de octubre.
El resultado de las elecciones primarias donde el peronismo logró el apoyo de los electores frente al actual presidente, Mauricio Macri ha causado importantes ventas masivas en los mercados, que prácticamente descuentan un episodio de impago en el país. Argentina puso en marcha un plan de reestructuración de su deuda acompañado de controles del capital, lo que ensombrece la senda de la recuperación que el país había emprendido hace unos años.
En adelante, las perspectivas de crecimiento de Argentina dependerán en gran medida de su política interna, de la dirección del dólar estadounidense y de las negociaciones con el FMI y los titulares de deuda internacionales. El principal desafío para el país será recuperar la confianza de los inversionistas y atraer capital extranjero en los próximos años.
Esperamos que la economía mexicana también sufra dada su dependencia de las exportaciones de autopartes / bienes manufacturados a los Estados Unidos. La desaceleración de la economía estadounidense debilitará aún más las perspectivas de crecimiento ya moderadas en México.
La última impresión del PIB se encuentra en territorio negativo para las cifras trimestrales. Esperamos que el banco central continúe apoyando y estimulando la economía mediante la reducción de sus tasas de interés.
A pesar de tener una posición fiscal sólida (la más fuerte entre los países de América Latina con un saldo fiscal de solo -1.8%), Chile está bajo presión por la guerra comercial y el bajo rendimiento del cobre durante el año. Sin embargo, creemos que una recesión es poco probable ya que esperamos una recuperación en los precios del cobre el próximo año, y dado el apoyo del banco central y la postura moderada (insinuando nuevos recortes de tasas) para estimular la economía.