El paso a través de la frontera entre y será restringido sólo para el turismo, dijeron el viernes autoridades de ambos países, como parte de las medidas para evitar la propagación del coronavirus, sin que afecten el comercio en uno de los cruces más transitados del mundo.

Más tarde el viernes, el de anunciará restricciones de cruce en la frontera común similares a las comunicadas en la semana para la frontera entre Estados Unidos y Canadá, que cerrará para los viajes no esenciales.

«La disposición de las autoridades norteamericanas (estadounidenses) sí va a afectar a quienes van de paseo», dijo Ebrard en rueda de prensa. «Sí se va a restringir para el caso del turismo y recreación, esencialmente».

«Lo que estamos solicitando es que las personas que no tengan un objetivo de trabajo, de comercio o esencial, que pospongan sus visitas a Estados Unidos», agregó el funcionario.

Las actividades turísticas y comerciales entre Estados Unidos y México generaron el año pasado cerca de 612,000 millones dólares, de acuerdo con la Oficina del Censo estadounidense.

El coronavirus ha dejado 164 contagios y un muerto en México, frente a los 13,880 casos y 200 fallecidos en el vecino del norte. El brote, que apareció en a fines del año pasado, ha infectado a más de 245,049 personas y ha causado la muerte de 10,028 alrededor del mundo.

El Secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Chad Wolf, dijo el viernes que ambos países estaban discutiendo limitar los viajes no esenciales a través de su frontera común y que el anuncio podría hacerse más tarde.

«Queremos asegurarnos de que el transporte de carga continúe, el comercio continúe, los trabajadores de la salud puedan atravesar la frontera», dijo a la cadena Fox News.

«Pero el turismo, algunas actividades recreativas y otras cosas deben detenerse durante esta crisis», agregó.

En el concurrido cruce fronterizo de San Ysidro, entre , California, y la ciudad mexicana Tijuana, más de 3 millones de vehículos personales cruzaron legalmente cada mes del año pasado, según datos oficiales.

Los peatones que atraviesan la frontera, muchos yendo a trabajar o a clases, oscilan entre 750,000 y 1 millón cada mes.

Además, huyendo de la violencia y pobreza en casa, miles de centroamericanos atraviesan México cada año para llegar a Estados Unidos en busca del tan ansiado «sueño americano».

Como parte de su estrategia para frenar la ilegal, el gobierno de Trump empezó a enviar a solicitantes de asilo a México y a algunos países centroamericanos. Sin embargo, tras la cancelación de los vuelos en varios países, las deportaciones estuvieron en vilo.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo que continuarán recibiendo a siempre y cuando sean connacionales, de El Salvador, Guatemala u Honduras.

«Si nos regresan personas que no sean mexicanos o centroamericanos, México no lo aceptaría», dijo.

Guatemala reanudó el jueves los vuelos de migrantes deportados desde Estados Unidos, luego de que fueran suspendidos el martes.

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