Con una caída estimada de 2 mil millones de dólares en exportaciones en el primer mes de la crisis, el coronavirus ha infectado de incertidumbre a las maquiladoras mexicanas, un emblema industrial de la frontera con Estados Unidos y fuente de millones de empleos.
El desasogiego es tangible en Tijuana, la ciudad más grande de la frontera norte y de Baja California, estado con el mayor número de las empresas de Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX), al concentrar 18 % de las 6 mil 300 a nivel nacional.
Mientras algunas fábricas mandan a sus trabajadores a casa con su sueldo íntegro, otras aún operan ante la falta de un plan económico y la escasa claridad de la emergencia sanitaria que decretó el Gobierno federal la semana pasada que suspende actividades no esenciales hasta el 30 de abril.
«Por arriba de la economía, de cualquier mercado, está la salud de los más de 300 mil colaboradores que tenemos en el sector», expresa a Efe Luis Manuel Hernández, presidente regional de la Asociación de la Industria Maquiladora y de Exportación (Index Zona Costa).
México registra 174 muertos y 3 mil 181 casos de COVID-19, de los que el 7.07 %, 225, están en Baja California.
Esto convierte al estado en el cuarto con mayor incidencia, con una tasa de 6.19 casos por cada 100. mil habitantes, y en el segundo con más defunciones, al sumar 15.
Aun así, apenas son nueve maquiladoras las que han cerrado, con 15 mil empleados en casa con su salario completo hasta el 30 de abril, informa Heriberto Galindo, presidente de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria en Tijuana (Arhitac).
LA DUDA ESENCIAL
Se prevé que otras 19 fábricas también paren, pero hay algunas que todavía dudan sobre qué califica como esencial, menciona Francisco Rangel, presidente en Tijuana de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió esta semana revaluar qué sectores pueden trabajar en la emergencia, tras una reunión con el llamado Grupo de Monterrey, importantes empresarios del estado de Nuevo León, estado con 12 % de las compañías IMMEX, solo detrás de Baja California.
«Se hizo el compromiso de que la Secretaría de Salud iba a hacer un análisis riguroso para definir cuáles son las empresas que pueden seguir operando aun con la epidemia y se está atendiendo esto», comentó el mandatario el miércoles.
INDUSTRIA FIRME
La manufactura mexicana, con 2.6 millones de trabajadores, alcanzó un valor de 410 mil 836 millones de dólares en exportaciones en 2019, casi el 90 % del total, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Incluso, las exportaciones manufactureras subieron un 1.7 % anual en febrero pasado, lo que refleja la firmeza del sector, expone Carlos Mortera, director para Latinoamérica de The Association for Manufacturing Technology (AMT), que agrupa a 650 proveedores de equipo para manufactura.
«México en los primeros dos meses de este año estaba remontando como uno de los grandes pilares manufactureros para Norteamérica. Sin embargo, con esta emergencia sanitaria y cierre de actividades no esenciales, está generando una pausa», manifiesta en entrevista.
Aunque el Index nacional estima una caída de 2 mil millones de dólares en las exportaciones del sector en marzo, con 44 % de las maquilas con afectaciones en cadenas de suministro, el representante de la AMT considera que el efecto durará poco.
Para mostrar la fortaleza de la industria, cita la producción de 370 mil millones de dólares en manufactura de bienes discretos -que se contabilizan por piezas o unidades, como los coches- y el consumo de maquinaria de 2 mil 500 millones de dólares de equipo de México en 2019.
«Sobre todo con contingencias como esta, en donde las cadenas de proveeduría asiáticas están siendo replanteadas por muchas industrias, va a hacer que se fortalezca el bloque Norteamérica. Esa es una de las visiones que nosotros tenemos a mediano plazo, pueden ser seis, ocho o 12 semanas», afirma.
Como contraste del sector, el representante de la AMT destaca que la industria nacional de autopartes tiene paradas sus 1,500 plantas en el país, mientras que la de dispositivos médicos reporta crecimientos de hasta «triple dígito».
El especialista ve en esto una coyuntura para que la industria mexicana evolucione para incorporar tecnología 4.0, como realidad virtual y aumentada que respete la sana distancia.
«Se observa la oportunidad de una reconversión y de hacer que algunos componentes sean de producción esencial, que es en lo que se están enfrascando y se están ocupando muchos de los asociados o de las compañías, que son grandes usuarios», concluye.