Los empresarios mexicanos buscan atraer 20,000 millones de dólares de inversión a Norteamérica con el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), expuso este jueves la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN).
«Haremos del T-MEC un imán para atraer nuevas inversiones, especialmente asociadas a las altas tecnologías porque en la CONCAMIN creemos que México debe tener todo para incorporarse de lleno a la tecnología y procesos de la llamada Industria 4.0″, declaró su presidente, Francisco Cervantes.
El nuevo acuerdo comercial, que a partir del 1 de julio reemplazará al actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es una de las principales herramientas de México para reactivar la economía tras la crisis de covid-19.
La industria mexicana tiene el objetivo específico de atraer una inversión equivalente al 25 % de las hechas por Estados Unidos en China durante los últimos 10 años, detalló Eugenio Salinas, presidente de la Comisión de Comercio Exterior de CONCAMIN.
México ha captado inversiones estadounidenses por 69,030 millones de dólares en una década, precisó el especialista, en comparación con 85,644 millones de dólares atraídos por China.
«Todavía China nos supera por casi una tercera parte más de inversión de Estados Unidos, que esa es la que podemos rescatar», comentó Salinas durante el octavo informe de «COVID Industrial».
El acuerdo comercial y la disrupción de las cadenas globales causada por la pandemia podrían reducir en 4 millones de vehículos producidos el déficit comercial de Norteamérica con otras regiones del mundo, indicó el experto.
Por otro lado, avisó que la industria aún afronta pendientes para la entrada en vigor del tratado, como el cumplimiento de las nuevas reglas de origen y la vigilancia de los derechos laborales.
En particular, destacó que el T-MEC exige un requisito de 70 % de acero y aluminio de la región para el sector automotor, además de un 40 % del valor del auto producido por trabajadores que perciban al menos 16 dólares la hora.
Aunque la Secretaría de Economía publicó este miércoles las reglamentaciones uniformes, Salinas dijo que aún falta un acuerdo para el procedimiento de transición que aclare cómo certificar el nuevo requisito.
También advirtió de que está pendiente la integración de los paneles de resolución de controversias laborales, una de las principales exigencias de sindicatos estadounidenses y canadienses.
«Vamos a estar, como se dice, en el ojo del huracán. Ya hemos detectado, particularmente en Estados Unidos, interés de algunos gremios de usar este mecanismo de una forma proteccionista», aseveró.
El mercado común con Norteamérica es uno de los factores que han atraído a las empresas globales a México, donde representan un 40 % de la inversión extranjera directa (IED) y 10 % del PIB, señaló Frédéric García, expresidente del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG).
Pero, matizó, permanecen desafíos en México que arriesgan la inversión prometida por el T-MEC.
«Hoy en día la verdadera pregunta es ¿el Estado de derecho mexicano es un factor de atracción para estas empresas?», reflexionó.