En México existe una gran industria manufacturera que podría fabricar productos médicos que se han tenido que importar para enfrentar la pandemia, pero falta impulsar a las pymes para que puedan reconvertirse y responder a la demanda.
El pasado 7 de junio llegó el décimo séptimo vuelo del llamado puente aéreo Shangai-México con la adquisición de 85 ventiladores VG70 para apoyar la atención a pacientes de Covid-19 en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), según información de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Éste forma parte de una serie de adquisiciones que inició desde el 7 de abril, cuando se compraron mil 184 cajas con 10.1 toneladas de guantes de exploración y mascarillas KN95 de Shanghai, de acuerdo con la dependencia.
La compra del equipo médico ha sido realizada por el Insabi, en coordinación con la SRE entre los diversos productos médicos están cubrebocas, ventiladores, monitores, guantes, gafas y gorros para la protección de médicos y enfermeras.
Sin embargo, en el País existe la mano de obra, la maquinaria y el desarrollo de los componentes que se requieren para fabricar ventiladores y disminuir las importaciones, dijo Fernando Alba, director de la organización Desarrollo Económico de Ciudad Juárez.
El problema, explicó, es que no se alcanzó a desarrollar una política pública para reconvertir pymes, que representan gran parte de la manufactura en México, y que produjeran ventiladores, además de que previamente a la pandemia ya se habían recortado recursos a la investigación de estas ramas.
La reconversión consiste en transformar una empresa, lo que implica inversión y financiamiento para ajustar las máquinas para hacer un producto complementario o mayores volúmenes del que ya se fabricaba.
«Quitó (el Gobierno federal), todos los fondos a la investigación, infinidad de fondos enfocados al diseño de este tipo de procesos y productos, entonces la crisis nos agarra mal parados porque ya no había recursos porque los quitaron hace 18 meses», afirmó Alba.
También se puede aumentar la fabricación de cubrebocas y gorros quirúrgicos, pues las plantas de textil se podían reconvertir a sólo producir, por el momento, esos artículos, dijo Raúl García, director de Fashion Outlet, organización civil conformada por fabricantes, distribuidores e importadores de ropa.
«Se ha desperdiciado una gran oportunidad para mantener la planta productiva en México, para que la mano de obra se quedara en México y se ha privilegiado la compra de importación que pudo haberse hecho en México sin grandes problemas».
García detalló que son productos bastante sencillos de fabricar, por lo que aumentar sus volúmenes no sería complejo.
Todavía se está a tiempo de mirar a las empresas nacionales, pero con garantías de pago para los privados, añadió García.