Carlos Urzúa, el primer secretario de Hacienda y Crédito Público del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, lanzó nuevas críticas sobre el rumbo que lleva la administración actual en materia económica, por los riesgos que se están gestando en materia de finanzas públicas e inversión, en una entrevista con el diario español El País.
En la charla, el catedrático y columnista dijo que México está en vísperas de un choque entre el gobierno federal y los estados, por la escasez de recursos y la baja recaudación, lo que complicará aún más la difícil situación que vive el país por la pandemia de covid-19.
Además, en esa entrevista, el exsecretario de Hacienda y Crédito Público, lanzó críticas al carácter del presidente, mismo que catalogó como autoritario, y dijo que la respuesta del gobierno a la emergencia nacional que enfrenta el país ha sido fría.
“Creo que lo que se nos viene encima va a ser sumamente complejo por muchas razones”, dijo Urzúa Macías, en la entrevista con el periodista Javier Lafuente. “Yo creo que el gobierno mexicano ha mostrado una frialdad que pocos gobiernos podrían haber mostrado con lo que está pasando. Realmente, el gasto que tiene dedicado el gobierno a paliar este problema es cualquier cosita, básicamente nulo”.
Urzúa renunció hace un año al gobierno de López Obrador, en julio de 2019, por diferencias en materia económica, principalmente en la visión de cómo debería ejercerse el presupuesto. López Obrador, al aceptar la renuncia, dijo que el economista propuso en el Plan Nacional de Desarrollo ejecutar políticas que él consideraba más propias de gobiernos anteriores, a los que cataloga como neoliberales.
Uno de los puntos donde aparentemente hubo más conflicto entre el presidente y su excolaborador era sobre el manejo de las finanzas públicas, por la resistencia de López Obrador a plantear ajustes para cumplir con su agenda social sin elevar la deuda ni aumentar impuestos. Esa discrepancia parece estar más viva que nunca.
“Por fortuna, hay un fondo de estabilización de ingresos estatales que debe tener todavía unos 60 mil millones de pesos [dos mil 682 millones de dólares] que nos pueden ayudar unos tres, cuatro o cinco meses, pero no más que eso, y hay también un fondo federal que nos puede ayudar, que debe tener ahorita unos 140 mil o 150 mil millones de pesos y que nos puede ayudar a paliar un poco la situación, pero no mucho”, dijo Urzúa a El País.
Por ello, el académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey cree que se está gestando una “bomba de tiempo” que va a estallar en materia de pensiones.
Durante sus siete meses de gestión al frente de Hacienda, Urzúa dijo que tenía tres objetivos: aumentar la recaudación, dar más recursos a la inversión pública de calidad y a la infraestructura. La meta puntual era que la inversión privada aumentara hasta alcanzar 28% del producto interno bruto.
Para este año esa meta parece distante. Urzúa, ahora, reconoce que el nulo impulso en la inversión se debe a que no hay margen fiscal suficiente desde el gobierno y, desde el lado de la iniciativa privada, hay una falta de confianza de los empresarios en algunas políticas adoptadas por la administración.
“Estamos castigando la formalidad en México, y ahora a los empresarios y a los trabajadores, seguimos insistiendo en que deben estar cotizando en la seguridad social cuando no tienen dinero, cuando muchos de ellos no tienen capital de trabajo, están mermando su propia riqueza, la poca que van a tener en el futuro, y posiblemente pongan en riesgo incluso su situación de servicios médicos cuando estén viejos”, dijo Urzúa a El País.
“Pero lo notable es que baja la inversión privada de 19.1 a 17.9% [del PIB]. Ese es el signo más desalentador y más peligroso, aparte del asunto humano, el desempleo y la pobreza. Es una cifra dramática porque eso explica la falta de confianza por parte del sector privado”, agregó el exsecretario. “Yo tenía una gran esperanza en que pudiera ser un buen Gobierno y por eso acepté integrarme de nuevo a su equipo. Creo que el momento en que ya todo cambia es en esta decisión que toma de detener el aeropuerto de Texcoco. Creo que esa fue una idea errónea”.
Si bien en el pasado Urzúa ha lanzado críticas al presidente y al gobierno, tanto en entrevistas como en la columna que publica cada semana en el diario El Universal, en esta ocasión fue un poco más allá al catalogar al mandatario como autoritario y como ignorante en materia económica.
“El estilo personal de gobernar del presidente es muy autoritario, y él, en particular, creo que tiene menos interés en escuchar a economistas que el que mostraban muchos presidentes anteriormente”, dijo Urzúa al País.
En su carta de renuncia Urzúa ya había señalado que la administración lopezobradorista tomaba decisiones de política pública “sin el suficiente sustento”.
Desde que hizo campaña por López Obrador, a Urzúa se le cuestionó si la obstinación del presidente podría representar un obstáculo para el desempeño de su labor, algo que él negó en reiteradas ocasiones.
“Sí es una persona, yo no diría que autoritaria en el sentido de que ordene o sea muy vertical en su manera de gobernar, pero sí es una persona, yo diría, muy… terca”, dijo Urzúa en noviembre de 2018, un día antes del arranque del gobierno de López Obrador, en una entrevista con la revista Tecreview, del Tec de Monterrey. “Terca en el sentido de que es difícil hacerle cambiar de opinión y uno tiene que tener el tiempo y las buenas razones para hacerlo cambiar de opinión. Eso hace que la gente piense que es autoritario. Ahora, para quien no lo conoce, sí puede imponer un poco”.
Las críticas lanzadas por el excolaborador, al igual que muchas otras publicadas por analistas en materia económica, no parecen tener mucho eco en el presidente López Obrador, quien está convencido que la actual crisis económica debe ser enfrentada de modo distinto a como lo hacían sus antecesores.
De acuerdo con la más reciente encuesta mensual elaborada por Banco de México, los analistas del sector privado estiman que la economía nacional tendrá una contracción de 8.8% del PIB este año. Por su parte, otros pronósticos no descartan que la caída sea mayor, como lo dijo el Fondo Monetario Internacional al proyectar una caída de 10.5% de la economía en 2020.
Si los pronósticos se materializan, entonces México sufrirá una caída no vista en nueve décadas o desde la Gran Depresión de 1929 a 1932.