Con más de 500 mil personas contagiadas y 56 mil muertes oficiales, ocupa el tercer sitio global de defunciones a causa del , por debajo de y Brasil. Aunque diversos especialistas estiman que la cifra real podría ser tres veces superior.

Según los datos reportados por Our World in Data de la Universidad de Oxford, en México el 62% de las pruebas para Covid-19 resultan positivas. La segunda tasa más alta del mundo, después de Brasil, algo que no sucedió ni siquiera en los peores días en Nueva York o Madrid. Esta cifra refleja que la epidemia es mucho mayor de lo se había considerado. Las medidas de distanciamiento social han sido insuficientes. Se requieren medidas adecuadas e inmediatas para cortar de tajo las cadenas de contagio.

Sin duda el distanciamiento físico y el lavado de manos han sido herramientas esenciales para detener la propagación de Covid-19, pero ahora se sabe que se debe de adicionar un elemento más: el , como lo han recomendado diversos organismos internacionales y lo demuestran varios estudios científicos. En espacios públicos, donde resulta difícil el distanciamiento físico, se debe utilizar el cubrebocas para evitar la propagación del Covid-19.

Las políticas de deben estar basadas en evidencias científicas, es importante ceñirse a los hechos. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades aconseja: en espacios públicos, donde no es posible el distanciamiento físico, se debe utilizar un cubrebocas de tela para evitar la propagación del virus. Por su parte, la OMS, al actualizar sus directrices, recomendó que los cubrebocas deben usarse en la calle cuando no se pueda mantener la sana distancia. También se recomienda que las personas mayores de 60 años usen cubrebocas de uso médico, mientras que el resto de la población puede utilizar uno común.

Mario Molina, gran científico mexicano, Premio Nobel de Química,  publicó el estudio “Identificando la transmisión atmosférica como la ruta dominante para la propagación del COVID-19” en el que, con evidencia científica, señala que el uso del cubrebocas en público es la medida más efectiva para prevenir la transmisión de la enfermedad.

Otra Universidad, la de Washington, ha mencionado que el uso de cubrebocas podría reducir el número de contagios y muertes en México.  Mientras que el Director del Instituto de Métricas y Evaluación en Salud expresó que “el uso obligatorio del cubrebocas reduciría la transmisión del virus y no habría necesidad de volver a cerrar negocios”. Se estima su uso puede evitar hasta 37 mil muertes.

Son muchas las evidencias a favor del uso generalizado del cubrebocas. Sin embargo, hay personas que afirman que no sirve para contener el virus. Incluso si esas personas tuvieran razón, su uso no representa ningún peligro. Pero, por el contrario, si no tuvieran razón, como lo indica la evidencia científica, no hacer algo tan sencillo está costando muchas vidas.

A pesar de las evidencias científicas, el Federal ha sido omiso en recomendar el uso de cubrebocas de manera clara y contundente. Hasta el momento no ha emitido ninguna regulación para su uso. Esta omisión ha tenido un elevadísimo costo en contagios y vidas humanas. Expertos señalan que si el 80% de las personas usaran apropiadamente el cubrebocas en los espacios públicos, la actividad y la mortalidad de la epidemia decaerían en pocas semanas y podría casi suprimirse en un par de meses.

En consideramos que, si queremos una reactivación económica segura, es necesaria la implementación generalizada del cubrebocas. Es momento de que las autoridades de salud depongan su actitud frívola y promuevan el uso del cubrebocas en los espacios públicos.

Hacemos un llamado a todos los mexicanos para que utilicen esta prenda, para que hagan suya y difundan nuestra campaña #YoUsoCubrebocas y #SiTeCuidoMeCuido. Gracias al uso sistemático del cubrebocas podremos reducir las posibilidades de contagio entre la población.

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