- El secretario de Turismo del gobierno federal expuso a los miembros de Asetur la nueva visión del modelo de desarrollo turístico.
- Afirmó que la pandemia del Covid-19 evidenció la vulnerabilidad del sistema que impera a nivel global, así como la necesidad replantearlo, ya que las economías se encuentran colapsadas, agudizando la desigualdad en las sociedades.
- La nueva visión de la presente administración plantea un cambio hacia la conservación y regeneración del patrimonio, con un equilibrio regional y el desarrollo de micro destinos.
El secretario de Turismo del Gobierno de México participó en la 39 Sesión Ordinaria que llevó a cabo hoy la Unión de Secretarios de Turismo de México (Asetur), que preside el titular de Turismo de Baja California Sur, Luis Humberto Araiza, en la cual explicó los diversos programas y acciones que viene desarrollando la dependencia a su cargo.
El titular de Sectur sostuvo que la aparición de la pandemia del Covid-19 evidenció la vulnerabilidad del modelo turístico que impera a nivel global, así como la necesidad replantearlo, ya que en el campo económico se encuentra colapsado y en crisis, con una afectación a nivel mundial, lo cual ha agudizado la desigualdad en las sociedades y culturalmente hoy demanda nuevas formas de convivencia.
Precisó que, particularmente en México, el modelo turístico tradicional centrado en la explotación del patrimonio y con una concentración masiva de visitantes básicamente en seis destinos turísticos, ya se agotó, por lo que la nueva visión de la presente administración es una cambio hacia la conservación y regeneración del patrimonio, con un equilibrio regional y el desarrollo de micro destinos, para que los beneficios de la actividad turística abarquen un espectro más amplio de destinos y llegue a una mayor cantidad de población.
Explicó que este nuevo modelo trabaja para cambiar el antiguo enfoque de crecimiento e indicadores económicos, por uno más preocupado por el bienestar social y la calidad de vida; del mono producto de sol y playa, por uno de singularidad y autenticidad; de la dependencia del mercado norteamericano, a la diversificación y atracción hacia nuevos mercados; y de la reconversión de actividades económicas, al respeto a la actividad propia del destino y creación de productos innovadores.
Añadió que otros contrastes entre ambos modelos turísticos son el tradicional desarrollo local desequilibrado y desigual, frente a un desarrollo local equilibrado y sostenible; la dinámica social de ruptura y cambio, frente a la conservación y revaloración de la comunidad; la alteración de la vida cotidiana y transgresión de valores, frente al respeto a la identidad local; y de un enfoque cultural mercantilista, a un enfoque cultural de valores locales.
El secretario Torruco Marqués puntualizó que este nuevo modelo se sustenta en tres valores básicos: confianza, responsabilidad y bioseguridad, que comparten prestadores de servicios y comunidad, con la rectoría del gobierno, para dar un mejor servicio a los turistas y ofrecerles mejores productos.
Por lo tanto, los nuevos perfiles de los sujetos del proceso turístico son: un turista responsable y consciente, partícipe de la conservación y regeneración; un prestador de servicios con buenas prácticas y responsabilidad social, sanitaria y ambiental; una comunidad receptora que genera seguridad y preserva su identidad, singularidad y autenticidad; y un gobierno que democratiza beneficios, capacita al turista y facilita la certificación.
Asimismo, el nuevo modelo tiene cuatro ejes generales que lo rigen: un desarrollo turístico nacional democrático, sostenible y equilibrado; conservación y regeneración del patrimonio turístico; desarrollo integral de la comunidad receptora; y recuperación para el Estado de la rectoría del turismo.
Abundó en que el desarrollo turístico nacional se basa en el fortalecimiento del programa Pueblos Mágicos; el desarrollo de productos turísticos estratégicos y en un esquema de desarrollo regional.
La conservación y regeneración implican una estrategia de turismo sostenible; un programa de capacitación a turistas; y la preservación de la identidad y singularidad de los destinos.
A su vez, la comunidad receptora se beneficiará con una estrategia nacional de turismo digital; con innovación y desarrollo tecnológico; y con destinos seguros y limpios.
Finalmente, la rectoría del turismo se basa en la aplicación de la nueva Ley de Turismo; la implementación de una coordinación interinstitucional; y la realización de alianzas estratégicas con el sector privado.