El fin de año se acerca, y con ello, especialistas en finanzas públicas realizaron un balance de los aciertos y áreas de oportunidad del desempeño económico de la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El combate a la evasión fiscal a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para fortalecer los ingresos tributarios es un logro destacable del gobierno federal. Sin embargo, la gestión de dichos recursos no ha sido adecuada.
Héctor Villareal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), comentó al diario El Financiero que se ha llevado a cabo una priorización no justificada de programas sociales y proyectos que “dejan mucho que desear”.
Indicó que se trata de “decisiones apresuradas”, por ejemplo, el destinar recursos a Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, o las Becas Benito Juárez hizo que se quitara presupuesto a otros mecanismos como Estancias Infantiles o Escuelas de Tiempo Completo.
Otro aspecto malo es el desmantelamiento de la administración pública con los recortes de austeridad a capítulos de gasto como servicios generales y suministros y materiales, y al mismo tiempo tienes un Pemex que no se le toca con un pétalo
En este sentido, Manuel Guadarrama, coordinador del Área de Finanzas Públicas del IMCO, acusó que la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus no fue atendida correctamente.
Según el especialista, durante el primer año del gobierno de López Obrador, no se impulsó el crecimiento, y en el segundo, no se hicieron esfuerzos por ayudar a la recuperación.
“El presupuesto no respondió a las necesidades que enfrentó el país, en el primer año de Gobierno no impulsó a la economía y, este año, no respondió a las necesidades de ayudar a la recuperación económica. Vemos un presupuesto obstinado en proyectos como la Refinería Dos Bocas o el Tren Maya que no han mostrado ser redituables”, explicó Guadarrama al periódico de circulación nacional.
Por su parte, Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, consideró que el esfuerzo recaudatorio no se ha hecho con amplia discusión, pues ha estado limitada “por una postura postura política del presidente de no querer discutir impuestos”.
Agregó que no se entendió que la deuda es un instrumento financiero que pudo ayudar a que la caída del PIB no fuera tan alta.
Las decisiones tomadas desde Palacio Nacional, sin fundamento técnico, es otra práctica que ha afectado el desempeño financiero de la Administración Pública Federal (APF), argumentó Héctor Villareal. Por ejemplo, la respuesta a la crisis económica derivada de la coronavirus o los estímulos fiscales en la frontera norte y Chetumal.
“Deberíamos tener una Hacienda con una voz mucho más potente y creo que el presidente ha acotado mucho a Hacienda, el presidente toma decisiones en temas que probablemente ni entienda bien, eso sí es lo feo”, desarrolló el especialista.
En contraparte, el combate a la evasión y elusión de impuestos es un esfuerzo destacable del gobierno de López Obrador.
“El espíritu de querer fortalecer la capacidad recaudatoria, el Gobierno federal me parece que tiene claramente una misión que cumplir en eso y creo que estar pensando cómo atacar la recaudación fiscal y cómo fortalecer esa capacidad de ingresar recursos a las arcas es algo bueno, aunque sí creo que no necesariamente se ha hecho de la manera correcta”, explicó Mariana Campos.
Asimismo, Guadarrama apuntó que la APF ha recibido mayores ingresos por parte de los “grandes contribuyentes”.
En cuanto al manejo de la deuda y del déficit público explicó que ha sidofavorable, “aunque en pandemia todo se vuelve relativo porque no se contrató deuda, pero sí habrá mayor deuda como porcentaje del PIB”.