Después de estar cerrando un año 2020 en todos los sentidos retador veo muchas acciones, proyectos e iniciativas para el 2021 que nos deben dejar los cimientos para tener un mejor año para el planeta, y la humanidad. Este año ha sido un recordatorio trágico que debemos hacer un mejor trabajo preparándonos para las amenazas globales dejándonos claro que el mundo no estaba preparado para COVID-19.
Tenemos otro desastre global en proceso que también debemos tratar de prevenir: el cambio climático. Tenemos algo de progreso que requerimos reforzar mucho más, para eliminar los gases de efecto invernadero del planeta. Según recomienda ampliamente Bill Gates a los líderes del mundo “necesitamos muchos avances y compromisos de cambiar en la forma en que generamos electricidad que debe ser renovable, cultivamos alimentos, fabricamos productos y nuestra movilidad”, para que podamos hacer toda la actividad humana sin incrementar las emisiones de CO2.
Requerimos una transición integral a una economía circular mundial, que conlleve la integración de intelecto, innovación, recursos económicos y humanos bajo un enfoque multisectorial con un mismo objetivo. Nadie más tiene los fondos para impulsar la investigación que necesitamos que el sector público y privado de manera coordinada. Por parte de las empresas empezamos a ver compromisos más allá de la neutralidad en carbono, muchas empresas anunciaron aspiraciones de lograr un futuro con emisiones de carbono negativas, incluida Microsoft, que comprometió mil millones de dólares para un nuevo fondo de inversión para lograr su objetivo de emisiones de carbono negativas en los próximos 10 años.
En temas de salud, una razón para tener esperanza es que, en la primavera de 2021, las vacunas y los tratamientos que ya salieron al mercado en algunos países este diciembre, sobre los que hemos estado leyendo en las noticias comenzarán a lograr la escala en la que tendrán un impacto global. Aunque todavía será necesario por buena parte del 2021 que haya restricciones, por ejemplo, en las grandes reuniones públicas, la cantidad de casos y muertes comenzará a disminuir de manera paulatina, en los países que la vacuna empiece a implementarse, la vida será mucho más cercana a la normalidad de lo que es ahora, el reto sigue siendo como aprendemos y dejamos implementadas prácticas mucho más eficientes en movilidad y por lo tanto menos emisiones.
En noviembre del 2021, líderes de todo el mundo se congregarán en Glasgow, Escocia, para la primera gran cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático desde la reunión de París en 2015. Estados Unidos, bajo un nuevo liderazgo está listo para retomar un papel relevante en el desarrollo y despliegue de las innovaciones de energía limpia necesarias para eliminar los gases de efecto invernadero, que también debe tener un impacto positivo en México y la región.
Si bien 2020 puede ser un año que muchos de nosotros quisiéramos dejar en el pasado, es imprescindible que no olvidemos las lecciones que hemos aprendido de este periodo. Y, de hecho, las desigualdades que surgieron este año seguirán siendo el centro de la escena a medida que avanzamos hacia el 2021, y el reclamo del público no desaparecerá.
Según publicaciones recientes de Sustainable Brands en EUA, el 71 por ciento de los consumidores cree que la pandemia obligará a las empresas a actuar de forma más responsable a largo plazo; y seis de cada 10 piensan que las empresas tienen la oportunidad, debido a la pandemia, de ser más reflexivas sobre cómo incorporar la sostenibilidad en sus modelos de negocio en el futuro. Depende de todos los sectores y consumidores impulsados por un propósito común seguir presionando para lograr un cambio generalizado e integral, para que podamos salir de este momento mejor y más fortalecidos.
La vida nos presenta oportunidades para aprender lecciones todos los días; depende 100% de nosotros si optamos por aprender de las lecciones para lograr un 2021 mucho más saludable y sostenible.