El aumento de 15 por ciento al salario mínimo este 2021 quedó “pulverizado” ante la escalada de precios que se registra en enero, y que alcanza el 12 por ciento en promedio.
Datos de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) revelan que en lo que va de enero se confirman incrementos en los precios de alimentos de la canasta básica de 12 por ciento.
Los principales aumentos en precios se han observado en el kilogramo de papa de 15.14 por ciento, en las lentejas de 10.31 por ciento, el kilo de frijol se ha incrementado su precio en 5.12 por ciento, el de huevo un 4.8 por ciento y el atún en lata 4.32 por ciento
Otros productos como la tortilla tienen una ligera alza de 0.79 por ciento en el kilogramo, la leche de 1.14 por ciento, el kilo de azúcar se ha incrementado 0.41 por ciento en el primer mes del año y el limón en 1.5 por ciento.
Estos incrementos se detectaron en la Ciudad de México, Tlaxcala, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Hidalgo y Querétaro, entidades donde la Anpec realizó su monitoreo de precios.
El aumento al salario mínimo de 18.48 pesos, si bien es una buena noticia que pretende apoyar el poder adquisitivo, a todas luces resultó ser insuficiente, ya que el costo de la vida está muy por encima de este incremento. Se puede confirmar que la curva de enero ha pulverizado este incremento salarial”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec.
El líder comerciante señaló que los aumentos en precios en los alimentos de primera necesidad se han reportado desde diciembre de 2020 y en lo que va de enero de 2021.
Por ello, dijo que esta tendencia alcista, que es “tradicional” a inicios de año, en estos tiempos de pandemia se prolongará a lo largo del primer trimestre.
Se está volviendo una cuesta empinada y prolongada que cada vez resulta más difícil a las familias de escasos recursos”, comentó.
Rivera comentó que si bien las autoridades reportan una inflación baja, esto no necesariamente es una buena señal, ya que puede significar que los motores del crecimiento económico se están apagando o reflejando una desaceleración.
Dijo que no se debe perder de vista que la debilidad de la demanda se traduce en bajo consumo, caída de ventas, cierre de negocios, pérdida de empleos y pobreza.
La inflación alimentaria no ha dejado de subir, tan sólo en 2020 subió 15 por ciento respecto a 2019”, sentenció Rivera.
Para el directivo, el repunte de los casos de COVID-19 y el cierre de comercios en algunas entidades del país tendrá efectos económicos negativos en el mercado mexicano para el primer trimestre del año que comenzó.