Esta semana dio inicio el Foro Económico Mundial de Davos, en el cual líderes mundiales se han reunido de manera virtual para dar forma a los principios, políticas y asociaciones necesarias para apoyar una economía global. Los temas centrales han sido; salud económica, el enfoque en el medio ambiente, la justicia social, las instituciones democráticas y la equidad, mostrando una gran labor en el proceso de un trabajo coordinado multisectorial integral.
El enfoque de la reunión está cubriendo los nuevos desafíos denominados como las 3 C´s: Covid, Clima y Cooperación. Se ha destacado que el sector privado tiene un papel clave a desempeñar para sacar adelante las economías de los países después del impacto COVID-19, así como la crisis climática.
Sobre el cambio climático, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, enfatizó que el objetivo global de este año es construir una coalición mundial para lograr la neutralidad de carbono hacia el 2050. “Todos los países, ciudades, instituciones financieras y empresas deben adoptar planes creíbles respaldados por objetivos intermedios para la transición a cero emisiones netas para 2050 y tomar medidas decisivas ahora para encaminarse por el camino correcto”, dijo, y agregó que “El mundo también necesita activar el interruptor verde'» hacia la energía renovable, que creará nuevos puestos de trabajo en todos los sentidos sostenibles.
Asimismo, se ha hecho un llamado a la acción del sector privado para lograr un futuro sostenible para todos y en la implementación del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, que busca limitar el calentamiento global.
Por su parte, Greta Thunberg, líder de la juventud en la lucha a favor del planeta, enfatizó a los líderes mundiales sobre el medio ambiente, resaltó que los compromisos a largo plazo y las promesas vacías no son suficientes. Se necesita un cambio drástico. Y un mensaje contundente fue “Estoy aquí para recordarles las promesas que les han hecho a sus hijos y nietos. Y decirles que no estamos dispuestos a comprometer los niveles mínimos de seguridad que aún quedan”, recordando también que la reforma verde si es posible.
Esta semana fue central para alinear que necesitamos más que nunca la tercera “C” que es cooperación para cambiar el rumbo que hemos llevado por décadas y sumar esfuerzos para evitar una catástrofe climática y construir el futuro equitativo y sostenible que la humanidad se merece.
Las complicadas consecuencias de la pandemia se apreciarán durante años a menos que las inversiones inteligentes en resiliencia económica, social y climática garanticen una recuperación sólida y sostenible. Se resaltaron datos impactantes donde la economía mundial se contrajo un 4.3% el año pasado, más de 2.5 veces más que durante la crisis financiera de hace una década. Las economías desarrolladas se contrajeron más en 2020, en un 5.6%, debido a los cierres económicos y la extensión de la pandemia.
Finalmente, también se subrayó que la recuperación sostenida dependerá no solo del tamaño de las medidas de los estímulos económicos, así como del rápido lanzamiento de las vacunas; sino también de la calidad, y eficacia de estas medidas para desarrollar la resiliencia frente a futuras crisis.
Si queremos salvar el planeta, necesitamos medir lo que importa. Lo que se mide se puede controlar y afortunadamente también vimos avances esta semana donde algunas de las empresas más grandes del mundo han respaldado una iniciativa para apoyar métricas de capitalismo sostenible, pero requerimos todavía mucha más escala y todos los sectores y países sumando para subir el nivel de ambición de las metas que se llevan al momento, que me dejan con un buen sentir de una semana de avances a favor de Covid, Clima y Cooperación.
El autor es Director General de AdeS para América Latina y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center.