Los riesgos de no garantizar el derecho a la desconexión durante el home office van desde cargas de trabajo excesivas hasta comunicación ineficaz

El home office ha permitido que las puedan continuar con sus operaciones y que los trabajadores conserven su empleo y realicen sus labores desde casa, pero uno de los temas que surge como preocupación es el derecho a la desconexión.

La premura ocasionada por la pandemia ha sido un factor para que el teletrabajo no se aplique de la forma más eficiente, amigable y humana. Es decir, bajo una dinámica que cumpla los objetivos de la organización.

Si bien 85% de los mexicanos está a gusto con su trabajo desde casa, 70% reconoció que labora más horas en esta modalidad, indicó una encuesta de la Asociación de Internet Mx.

Además, el estudio “El futuro del trabajo en América Latina”, elaborado por Runa, el 63% de las empresas de la región detectan algún riesgo psicosocial para sus trabajadores durante el home office.

Entre los riesgos encontraron las cargas de trabajo excesivas; comunicación ineficaz; y la falta de claridad en las funciones.

Ante este panorama, la reforma aprobada por el de la Unión sobre teletrabajo en ha tomado más relevancia para la regulación, señaló Andrea Rojas, head de Recursos Humanos en Runa.

“La recién aprobada reforma que regula el teletrabajo en México, es una guía para que las empresas generen esquemas amigables y funcionales; entre sus obligaciones más destacadas y necesarias está el del derecho de los trabajadores a la desconexión al término de la jornada laboral”, aseveró.

El derecho a la desconexión

El derecho a la desconexión es la libertad que tienen los empleados para atender mensajes, llamadas o cualquier actividad laboral únicamente durante su jornada, la cual deberá ser especificada.

Además, establece que el uso de cámaras de video y micrófonos para supervisar el home office solo podrá hacerse de manera extraordinaria o cuando la naturaleza de las funciones lo requiera.

Ante ello, Runa mencionó que la reforma al teletrabajo tendrá impactos positivos al momento de su aplicación. Entre ellos está la reducción de los niveles de estrés; menos cargas de trabajo excesivas; respeto a la vida privada de colaboradores; personal más enfocado y concentrado; mayor productividad; ambientes de trabajo saludables; comunicación afectiva.

“El derecho a la desconexión será clave para crear empresas más productivas, amigables y resilientes ante cualquier cambio”, reiteró la empresa. 

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