El secretario de Hacienda de México, Arturo Herrera, dijo este jueves que el gobierno federal está en conversaciones con las autoridades regionales del país sobre sus necesidades fiscales, lo que ayudará a tomar una decisión de si hay condiciones para realizar una esperada reforma tributaria en el país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó el año pasado una reforma fiscal y se ha resistido a aumentar impuestos a pesar del fuerte impacto económico de la pandemia del coronavirus, que el año pasado llevó a la economía mexicana a su peor crisis desde la Gran Depresión.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sugerido a México implementar una reforma tributaria para apoyar el gasto del país a mediano plazo, acelerando la recuperación. Analistas han estimado que una reforma fiscal podría dejarle a la segunda mayor economía de Latinoamérica hasta tres puntos de su Producto Interno Bruto (PIB) en recaudación extra.
«Estamos entrando ya en un proceso electoral que va a ser altamente competitivo (…) y eso probablemente va a impedir que tengamos una discusión abierta de este proceso (de posible reforma) en los próximos meses, más bien tendremos una discusión técnica», aseguró Herrera en una entrevista con Reuters.
«Justo después de las elecciones tendremos que valorar en conjunto, todos, cuál es el contexto y si las condiciones permiten que planteemos algún cambio a la estructura tributaria del país», agregó en referencia a las elecciones intermedias de junio de 2021.
La economía de México sufrió en 2020 el mayor desplome desde hace casi 100 años por los efectos de la pandemia. Sin embargo, para 2021 se anticipa una recuperación más rápida.
Herrera, en el cargo desde mediados de 2019, adelantó que la Secretaría de Hacienda modificaría en abril su expectativa de crecimiento para el PIB local, que estaría entre 5% y 5,5%, desde el 4,6% actual.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) mejoró a inicios de esta semana la expectativa de crecimiento para la economía mexicana a un 4,5%.
Herrera también explicó que los estímulos económicos aprobados en Estados Unidos -de US$1,9 billones- tendrán «efectos benéficos» en la economía de México, un país que envía más del 80% de sus exportaciones a su vecino del norte.
El economista de 54 años habló de los apoyos de capital que daría el gobierno federal a la endeudada estatal Pemex, una empresa que ha sido prioridad para el gobierno de López Obrador desde que tomó posesión a fines de 2018.
«El apoyo inicial este año está en el orden de los US$1.300 – US$1.600 millones», adelantó Herrera en referencia a las transferencias destinadas a la petrolera.
Pemex, que tiene una deuda financiera de US$113.200 millones, carga con pesados pasivos laborales y, el año pasado, reportó millonarias pérdidas.