México ascendió al noveno puesto entre los países que captaron más directa (IED) en 2020, con lo que escaló cinco lugares respecto al sitio 14 que ocupó en 2019, reveló este lunes la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Unctad).

En América Latina, fue el principal destino de IED, de acuerdo con el organismo multilateral.

Según cálculos del organismo, el año pasado ingresó al país inversión directa –que es la destinada a actividades productivas– por 29 mil millones de dólares, 14.7 por ciento inferior a los 34 mil millones que se reportaron en 2019.

El ascenso de México en el listado global se explica por que su IED registró una caída más moderada respecto al promedio mundial, el cual fue de 35 por ciento a causa de las afectaciones económicas y sociales que dejó la pandemia.

“Los bloqueos en todo el mundo en respuesta a la pandemia de Covid-19 ralentizó los proyectos de inversión existentes, y las perspectivas de una recesión llevaron a las empresas multinacionales a revaluar nuevos proyectos”, explicó la Unctad en su Informe sobre las inversiones en el mundo 2021.

Los 10 países con mayor recepción de IED durante 2020 fueron , con 156 mil millones de dólares; China, 149 mil millones; Hong Kong, 119 mil millones; Singapur, 91 mil millones; India, 64 mil millones; Luxemburgo, 62 mil millones; Alemania, 36 mil millones; Irlanda, 33 mil millones; México, 29 mil millones y Suecia, 26 mil millones de dólares.

Para Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio de la Secretaría de Economía (SE), el hecho de que México haya escalado cinco posiciones en el listado de la Unctad se trata de una buena noticia.

El dato del organismo que pertenece a la se da unas semanas después de que la SE informó que la IED del primer trimestre de 2021 (con datos preliminares) ascendió a 11 mil 864 millones de dólares, un incremento de 14 por ciento respecto a igual periodo de 2020, con lo que se registró la suma más elevada para un lapso similar desde 1999.

Panorama complicado

De cara al futuro, según la Unctad, se espera que los flujos mundiales de IED hayan tocado fondo durante los primeros meses de 2021, para posteriormente recuperar algo de terreno perdido para cerrar con un aumento anual de entre 10 y 15 por ciento.

Sin embargo, apuntó, esto todavía dejaría a la IED global 25 por ciento por debajo del nivel de 2019.

Según el organismo, los pronósticos actuales muestran un aumento adicional en 2022 que, de cumplirse en el límite superior de las proyecciones, significará que la IED regresará ese año al nivel que tenía en 2019, es decir, antes de la pandemia.

No obstante, aclaró que las perspectivas son muy inciertas y dependerán, entre otros factores, del ritmo de recuperación económica y la posibilidad de recaídas pandémicas, el impacto potencial de los paquetes de gastos de recuperación sobre la IED y las presiones políticas.

“La recuperación relativamente modesta de la IED mundial proyectada para 2021 refleja la persistente incertidumbre sobre el acceso a las vacunas, la aparición de mutaciones del virus y la reapertura de los sectores económicos”, señaló.

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