No se ha cumplido ni la primera mitad del de López Obrador y el resultado ya pude catalogarse como “herencia maldita”.

¿Por qué?

Porque vivimos en un país en llamas y ensangrentado, mientras que el propio presidente alienta la carrera por la sucesión sexenal; una disputa que, como lo dijimos ayer, terminará en vulgar reelección.

Pero vamos a las preguntas.

¿Alguien duda que el país está en llamas y que corren ríos de sangre?

Aquí el decálogo de la “herencia maldita” de .

1.- En las ultimas horas –y según cifras oficiales–, son más de 90 mil las muertes a causa de la violencia y el crimen; cantidad que supera la suma de muertes en los gobiernos de Fox, Calderón y Peña, en los mismos 32 meses.

Es decir, no sólo asistimos a la mayor mortandad de la a causa de la violencia criminal, sino que esas 90 mil vidas se perdieron a causa del empoderamiento criminales y por la complicidad oficial con las mafias.

Y mientras corren la sangre, en Palacio debaten la herencia del 2024.

2.- También los números oficiales hablan de casi 250 mil vidas perdidas a causa de la pandemia.

Sin embargo, el reportó, de manera oficial, la muerte de 335 mil personas por causas vinculadas a la pandemia; las muertes en exceso, que confirma los pronósticos más modestos de muertes reales, con casi 600 mil vidas perdidas a causa del Covid-19.

Y en Palacio “ni ven ni oyen esa lacerante realidad”.

3.- Pero la irresponsabilidad oficial es mayor si se toma en cuenta que el propio presidente necea con la idea criminal del regreso a clases, justo cuando la “tercera ola” de contagios alcanza picos históricos, lo que confirma que la tendencia mortal se disparará de nueva cuenta.

¿A quien le importa frente a la demencial pelea por la sucesión?

4.- Para López Obrador la escandalosa muerte de activistas por los derechos humanos y por la defensa de la naturaleza, en , es un distractor neoliberal que solo busca dañar su imagen y la de su gobierno.

¿A quien le importa que 68 activistas hayan sido asesinados en México, en sólo 32 meses del gobierno de AMLO?

Queda claro que para López y para su gobierno no resulta relevante que cada 15 días en México pierda la vida un defensor de derechos humanos.

¿Imaginan la escandalera de lopistas si esas cifras de terror se hubieses producido en los gobiernos de Calderón y Peña?

Pero en el México de López no pasara nada porque todos pelean la sucesión presidencial.

5.- También durante los primeros 32 meses de la gestión de AMLO han sido perseguidos más periodistas que criminales organizados.

Y lo peor es que en esos 32 meses han sido asesinados 43 periodistas, según la Secretaría de Gobernación, de los cuales 7 gozaban del mecanismo de protección oficial. Es decir, México es el país del mundo más peligroso para el ejercicio del periodismo.

Pero al presidente y su claque están en el circo de la sucesión.

6.- Desde el 1 de diciembre de 2018, fecha en la que arrancó el gobierno de Obrador, se cometen en México 11 feminicidios al día, lo que reporta una cifra macabra que supera las 10 mil muertes de por razón de género

¿Y por qué a nadie le importan?

Porque a las mujeres del gabinete presidencial, a las mujeres de en el y a las mujeres que “gobiernan” –como –, sólo les importa el juego sucesorio antes que la seguridad de miles de mexicanas que todos los días pierden la vida a manos de sus agresores.

7.- El fin de las masacres es otra de las muchas deudas pendientes del gobierno de López Obrador.

Según el semanario Zeta, en los casi 32 meses del gobierno de López Obrador se han reportado 919 multihomicidios –casi un evento al día–, con la muerte de 4 mil personas, entre ellas 276 mujeres y 124 infantes.

Del total de eventos de muertes múltiples, por su tipología, 851 casos se pueden considerar como masacres, según el reputado semanario fronterizo.

Es decir, que, en promedio, México registra una masacre cada 30 horas.

¿Y eso a quien le importa?

No le importa al presidente, tampoco a su gabinete y menos a su partido. Lo que les importa es la cortina “engañabobos” de la sucesión.

8.- Uno de los mayores escándalos mexicanos que han sacudido al mundo es el abandono oficial de por lo menos 20 mil niños enfermos de cáncer; mientras que todos los días decenas de ellos pierden la batalla.

Una primera respuesta de la sociedad aportó recursos económicos para salvar la vida de miles de esos niños que están en condición crítica.

Sin embargo, en una declaración imperdonable, desde Palacio se acusó a los niños de pretender derribar al gobierno de AMLO. Algo así como que prefieren morir, sólo para dañar la imagen del presidente mexicano.

De locos.

9.- Pero “el infanticidio de Estado” es mayor cuando se revisa un reciente informe de la OMS sobre aplicación de vacunas para prevenir enfermedades como sarampión, difteria, tétanos y tosferina, ente otras.

Resulta que México está entre las diez naciones con más retraso en la compra y aplicación de esas vacunas, para atender enfermedades ya superadas en el mundo.

10.- Y mientras que, en el partido oficial, Morena, todos pelean por la sucesión, el gobierno federal parece empeñado en dejar en libertad a los criminales más reputados en décadas.

Por ejemplo, Isabel Miranda de Wallace denunció que por presiones oficiales se intenta dejar en libertad a los responsables del secuestro y muerte de su hijo.

De manera simultánea, el presidente Obrador se niega a recibir a los gobernadores Silvano Aureoles, de Michoacán y Francisco García Cabeza de Vaca, quienes denunciaron la infiltración del crimen organizado en el partido Morena, en las recientes elecciones.

Esa es la “herencia maldita” de López Obrador; una herencia que empodera sin freno al crimen y que premia la ineficacia y la estulticia.

¿Quién será capaz de poner fin a esa ola de violencia, sangre y gobiernos fallidos?

Al tiempo.

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