El Banco de ha revisado las perspectivas de crecimiento de la economía mexicana para 2021 desde un 6% hasta un 6,2%, al tiempo que para 2022 se mantiene la proyección de un crecimiento del 3%.

En su último informe trimestral de la economía mexicana, el (Banxico) ha explicado que dada la incertidumbre que persiste alrededor de la dinámica prevista para la actividad económica, se considera que el crecimiento podría oscilar entre el 5,7% y el 6,7% en 2021 y entre un 2% y un 4% en 2022.

La revisión del crecimiento para 2021 se explica por un desempeño mejor de lo esperado durante el segundo trimestre, así como por el avance en el proceso de vacunación y un contexto de mayor movilidad y apertura de diversas actividades, sobre todo en el sector servicios.

No obstante, el organismo ha advertido de la persistencia de algunas disrupciones en las cadenas globales de suministro y el reciente aumento en el número de contagios de , lo que se traduce en una «elevada incertidumbre sobre el ritmo de recuperación de la actividad económica».

En un escenario de un crecimiento del cercano al 6,7% en 2021, la actividad económica mexicana recuperaría en el cuarto trimestre del año los niveles precrisis. Al mismo tiempo, en un escenario central la recuperación se pospondría hasta el primer trimestre de 2022, mientras que en un panorama de bajo crecimiento la recuperación no se observaría hasta el cuarto trimestre de 2022.

En términos de empleo, Banxico proyecta un crecimiento de entre 640.000 y 840.000 puestos de trabajo formales en 2021. En 2022, el organismo proyecta entre 500.000 y 700.000 empleos.

INFLACIÓN POR ENCIMA DEL 5%.

Con respecto a la , la institución ha estimado que se ubicará en niveles por encima del 5% en lo que queda de año y a principios de 2022. No obstante, prevé que disminuya converja a la meta del 3% en el primer trimestre de 2023.

El banco central ha reconocido que las presiones inflacionarias derivadas de la pandemia se han acentuado en 2021. Así, ha indicado que algunos choques de oferta se han hecho más evidentes, como la menor disponibilidad de varios suministros con relación al aumento en su demanda o su encarecimiento.

Por último, el banco central ha señalado que la política económica, tanto en los ámbitos fiscal y monetario, debe continuar fortaleciendo los fundamentos macroeconómicos, por lo que la junta de del Banco de México «determinará una postura monetaria con el objetivo de propiciar un ajuste ordenado de los precios relativos, los mercados financieros y de la economía en su conjunto, así como alcanzar la convergencia de la inflación a la meta del 3% y el anclaje de las perspectivas de inflación».

En su última reunión de política monetario, el banco decidió incrementar los tipos de interés del país norteamericano en 25 puntos básicos, para situarlos en el 4,5%, con el objetivo de frenar la inflación.

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