Más allá del espectáculo que este deporte representa, el fútbol es, en sí mismo, una forma de vida en la medida en que es una oportunidad para la creación de empleos. De hecho, esto está confirmado por diversos estudios que además señalan la influencia de la industria del deporte en el PIB mundial. En efecto, algunas investigaciones relacionan directamente las proyecciones de crecimiento macroeconómico con variables resultantes de la movilidad social provocada por los eventos futbolísticos.
Actualmente, a la luz de lo expresado por el presidente de la Liga BBVA en México, Mikel Arriola, la influencia del fútbol en la economía cuenta con seis puntos en el PIB, además de generar un aproximado de 150.000 empleos entre directos e indirectos. Por otra parte, en el caso de España, para la última Eurocopa se promovieron alrededor de 195.027 puestos de trabajo mediante la participación de 37.231 empresas. De este modo, una muestra de la influencia de este deporte en el motor económico de los países tiene que ver con que los diversos rubros que involucran bienes y servicios, tangibles e intangibles, son protagonistas de una gran movilidad económica y social asociada a la celebración del deporte.
De estos podemos destacar los millones de dólares que se invierten para la construcción de los estadios –y no es una excepción para Qatar 2022–; las variables relacionadas con la industria del turismo, las telecomunicaciones, el transporte, entre otras. Así, de los principales rubros beneficiados están los restaurantes, hoteles, tiendas, el transporte, la prensa, el marketing, etc. De este modo, entre los sectores deportivos donde más se puede ver la influencia del fútbol se encuentran los expertos en predicciones deportivas. Las casas de apuestas y sus bonos sin depósito son algunos de los ejemplos más claros para contemplar esta influencia. Además, a todo esto, se agrega el negocio de los clubes o el traspaso de los jugadores.
Ahora bien, por poner un ejemplo respecto del Mundial, como evento de fútbol internacional más rentable del planeta, vale decir que la mejora en los indicadores económicos del país anfitrión es tan significativa que, en términos del hombre de a pie, equivale a ganar la lotería. Pero ¿en qué momento el fútbol se ha convertido en esta industria multimillonaria que trasciende el espíritu genuino del balompié?
A lo largo de los años el fútbol se ha transformado en un negocio de miles de millones de dólares a nivel internacional, lo cual se evidencia en el hecho de que estrellas de antaño como Maradona o Pelé se hicieron de grandes fortunas en su época; no obstante, las mismas serían menores que las generadas por las diversas fuentes de ingresos de las superestrellas de hoy día como Lionel Messi o Cristiano Ronaldo (CR7). Una prueba del exacerbado crecimiento económico de la industria futbolística en las décadas recientes la vemos en el llamativo hecho de que, entre 1999 y 2019, el salario de la figura del futbolista mejor pagado aumentó en un 1125%.
Una gran influencia de las nuevas superestrellas del fútbol en la economía se evidencia en un episodio muy reciente: al inicio de una conferencia de prensa, el jugador portugués, ganador de cinco Balones de Oro, Cristiano Ronaldo, tuvo el simple gesto de apartar de sí dos botellas de una reconocida marca de refresco, expresando así su preferencia por el agua. Esto bastó para estremecer el mercado bursátil, desplomando así las acciones de dicha compañía en la bolsa internacional.
En este sentido, dado que el fútbol tiene una importante influencia en la economía, no son pocas las personas que se dan cuenta del hecho de que el fútbol es más negocio que deporte. De hecho, aunando a todos los detalles señalados, se suman el negocio de la transmisión de los partidos, que se posibilita a través de canales como TNT Sports y Fox Sports, aunque todavía no haya claridad de qué pasará con este último, por poner en pausa el pago por los derechos de televisación. Además, se suman a la ecuación las empresas cableoperadoras que transmiten los juegos. Por tanto, no hay que negar que la influencia del futbol en la economía mundial es cada vez mayor.