La guerra ralentizará el crecimiento mundial y las restricciones monetarias pondrán bajo presión a economías en desarrollo para enfrentar sus compromisos financieros, aunado a volatilidad cambiaria de sus monedas, alertó el órgano de comercio y desarrollo de las Naciones Unidas, la UNCTAD, al bajar sus estimados de crecimiento económico para el mundo a 2.6 por ciento desde 3.6 por ciento previsto seis meses antes.
“Los efectos económicos de la guerra de Ucrania agravarán la ralentización de la economía mundial y debilitarán la recuperación que se esperaba en la post pandemia”, declaró la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan. “Muchos países en desarrollo han luchado por ganar tracción económica al salir de la recesión del COVID-19 y ahora se enfrentan a fuertes vientos en contra por la guerra. Independientemente de que esto provoque o no disturbios, la ansiedad social ya se empieza a sentir”, agregó en la presentación de la actualización del “Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2021″ desde Ginebra, Suiza.
La UNCTAD estima que el crecimiento económico mundial se ralentizará con un incremento de 2.6 por ciento en 2022 en lugar del 3.6 por ciento previsto en su anterior informe publicado en septiembre y tras un crecimiento de 5.6 por ciento en 2021. Europa y Asia Central serán las regiones con el mayor impacto en su crecimiento según refleja el ajuste a la baja en los pronósticos en 2.9 y 2.1 puntos porcentuales, respectivamente a tasas previstas ahora de 0.2 y 0.9 por ciento, en cada caso.
Para América, se bajaron las expectativas en 0.6 puntos porcentuales para la región de Norteamérica a un crecimiento de 2.4 por ciento y para América Latina y el Caribe, el ajuste fue de 0.3 puntos porcentuales a 2.3 por ciento.
Presiones ante incremento de la deuda
Es probable que la guerra en curso en Ucrania refuerce la tendencia a ajustes en política monetaria en los países avanzados, tras las medidas similares que comenzaron a finales de 2021 en varios países en desarrollo debido a las presiones inflacionarias, y también se prevén recortes de gastos en los próximos presupuestos, señala el informe.
“A la UNCTAD le preocupa que la combinación del debilitamiento de la demanda mundial, la insuficiente coordinación de las políticas a nivel internacional y los elevados niveles de deuda derivados de la pandemia, generen ondas de choque financieras que puedan empujar a algunos países en desarrollo a una espiral de insolvencia, recesión y detención del desarrollo”, expone al proyectar que los países en desarrollo requerirán 310 mil millones de dólares para cubrir sus obligaciones del servicio de la deuda pública externa en 2022
Incluso sin perturbaciones duraderas en los mercados financieros, las economías en desarrollo se enfrentarán a graves restricciones al crecimiento con aumentos en la deuda pública y privada, tanto de las empresas como de los hogares en los países en desarrollo de renta media.
Pérdida de poder adquisitivo de la población
La guerra ha ejercido una mayor presión alcista en los precios internacionales de energía y productos primarios lo que ha supuesto una carga para los presupuestos familiares y un aumento de los costos de producción, mientras que las interrupciones del comercio y los efectos de las sanciones pueden tener un impacto negativo sobre la inversión a largo plazo, alertó la UNCTAD.
“El aumento de los precios de los alimentos y el combustible tendrá un efecto inmediato en las poblaciones más vulnerables en los países en desarrollo, provocando hambre y dificultades en los hogares que gastan la mayor parte de sus ingresos en alimentos. Pero la pérdida de poder adquisitivo y de capacidad de gasto real acabará afectando a todos”, advierte.