MORENA recién comienza a desmoronarse.
Justo como le sucedió al PRI de antaño después de las catastróficas gestiones de Echeverría y de López Portillo, AMLO y su partido comienzan a tornarse ya en un partido minoritario, cada vez más lejos del apoyo espontáneo del pueblo mismo al que demagógicamente dicen encarnar, pues pareciera ser inevitable, justo como le sucedió al viejo PRI, que la gente en verdad comienza ya (no después de siete largas décadas, sino de tan sólo siete breves semestres) a hartarse de tanta ineptitud, de tanta corrupción, de tanta violencia y de tanto autoritarismo (sin duda estos cuatro jinetes apocalípticos, con base en los hechos y tan sólo los hechos, mucho más letales a las riendas del partido oficial actual que durante incluso el peor de los regímenes de los tiempos neoliberales).
Sin embargo, la oposición también es basura.
No lo digo por ser pesimista, ni mucho menos, sino simplemente, al igual que cuando ataco a MORENA, en un crudo y genuino ejercicio de honestidad intelectual y de apego a la verdad.
Pero a pesar de lo trágico que resultan ser los dos panoramas anteriormente expuestos, cabe señalar también que la incompetencia e ineptitud de la oposición, es considerablemente menor a la de MORENA, y eso, dadas las circunstancias actuales, al menos ya es ganancia.
En pocas palabras, debemos ser racionales y fríamente realistas, reconociendo que por lo que se debe votar en 2024 no es por un gobierno decente (pues no lo hay y dudo que lo vaya a haber en muchísimo tiempo, al menos no en nuestro tan pobre y miserable país); por lo que se tendrá que votar, decía, más bien por un mal menor, por un cáncer en etapa 2, en vez de uno en etapa 5 (como ya lo es, esto último, el caso de Andrés Manuel y su destructivo sistema de gobierno).
Así que no lo olvidemos: mientras construimos una verdadera opción política (una de corte liberal ilustrado, con principios filosóficos y científicos tan sólidos que en menos de medio siglo pueda en realidad llevarnos a convertirnos en una auténtica potencia mundial), mientras eso sucede, decía, votemos por el mal menor, y cuando lo estemos padeciendo (es decir, cuando la basura de la actual oposición nos esté gobernando en un futuro cercano), tampoco olvidemos que los de MORENA eran incluso peores, para que nunca jamás, bajo ningún motivo o circunstancia, los socialistas puedan regresar a ponerle sus garras encima a este pobre país tercermundista tan lastimado y tan siempre a la deriva.