Cuando AMLO fue invitado a la ONU, al no saber qué decir, ya que realmente nunca supo, ni siquiera en sus mañaneras, optó por presumir a su país. Se le olvidó que en la ONU se tratan temas de interés global como las energías, la inflación, el medio ambiente, los tratados comerciales, las amenazas nucleares, las guerras, los acuerdos históricos, los problemas actuales que afectan al planeta y sus habitantes…
Prefirió decir que en México se venden boletos para rifar un avión presidencial que además se va a vender, es decir, salió ante la ONU a buscar algún interesado cliente.
El 10 de mayo de 2022, en su mañanera dijo (les cuento porque sus seguidores no lo siguen, nada más son fanáticos, pero nunca escucharon ni una de sus mañaneras) que no quiere ir a la Cumbre de Las Américas si no se incluye la participación de algunos países.
Lógicamente se refirió a Cuba. Acaba de regresar de una gira por su paraíso de éxtasis: se fue a visitar a los países comunistas ¿Y saben lo que hizo en Cuba? Aludó a Diaz Canel y le dijo que él mismo iba a abogar por Cuba frente a Biden para que le permita la entrada a la cumbre. En lugar de exigirle al dictador que deje en libertad a su nación, en lugar de rogar por la democracia y que la ciudadanía pueda elegir libremente a sus gobernadores, en lugar de poner un grito en el cielo por el hambre miserable que allí se vive (por no decir se muere), en lugar de recordarle que miles de cubanos intentan escapar en balsas de madera hasta la libertad porque están siendo torturados…
No, nada de eso, él prefiere decir que ayudará a Diaz Canel a hablar con Biden para que pueda ser parte de la cumbre.
Entonces afirmo que realmente no quiere ir y usó ese pretexto como excusa. Realmente no quiere ir porque no sabe hablar de temas globales, solamente habla de su país y no tiene nada que decir.
Me imagino al macuspano hablando de México diciendo en su aletargado idioma, lo siguiente:
“Estamos a un año de la caída de la L-12 en la que matamos a 26 neoliberales.
Los noruegos fueron comprados por el PRIAN. Dicen que en México hay femenicidios, pero yo tengo otros datos. Lo que hay es que estamos acabando con los conservadores.
Ya ni siquiera permitimos los conservadores en las latitas de atún.
El avión no se vendió, pero se rifó y nadie lo ganó, pero se repartió el premio que todavía no se repartió. Ya tenemos dos corcholatas para las próximas elecciones. El Bronco está preso porque si sale dirá la verdad.
Carlos Loret de Mola tiene muchas propiedades y gana más que yo. Gracias por todo, adiós».
Es lógico que no quiera ir, de hecho no tiene a qué ir. Si va, quedamos mal. Si no va, nadie lo notará. Hasta puede que agradezcan que no vaya. Imaginen tener que escuchar a AMLO, Boric, Alberto Fernández y luego a Bolsonaro.
Si yo fuera un invitado saldría corriendo antes que me den náuseas.
