Apenas semanas a tras escuchamos la triste realidad de que en nuestro se estaban perdiendo las medicinas porque se caducaban en las repisas de sus almacenes, en cantidades por demás exorbitantes. En reportaje emitido por conocido medio digital, se reportó la pérdida de 134 millones de piezas de medicamentos y fármacos que equivalen a más de 18 mil millones de pesos en tan sólo los últimos tres años.

Noticia que, además de indignar por la opacidad de la información por parte de las autoridades de salud y la evidente insensibilidad para los miles de personas que no reciben sus medicamentos prescritos por dicha institución y que tienen que solventar en forma individual y a costa de su familiar.

Peor aún, cuando tres días después de la publicación del reportaje, autoridades del IMSS descalificaron la información del reportaje, calificándolo de inflamatorio y mentiroso, ya que no eran 134 millones de piezas las caducadas sino tan solo 113 millones de medicamentos perdidos, como si la imprecisión matemática fue justificante suficiente de la negligencia médica y garrafal indolencia de las autoridades de salud.

Ahora, otro importante medio de comunicación da a conocer el peligro latente de que la población más pobre y marginada del país se vea afectada en su salud, al recibir alimentos en mal estado, de acuerdo a la información vertida por la propia .

En informe reciente emitido por la empresa de participación mayoritaria del federal DICONSA S.A. y perteneciente a la estructura de entidades del Sector Social con el propósito de contribuir a la superación de la pobreza alimentaria, mediante el abasto de productos básicos y complementarios a localidades rurales de alta y muy alta marginación, con base en la organización y la participación comunitaria; se dio a conocer que sus 162 almacenes distribuidos a lo largo del territorio muestran un grado considerable de deterioro por sus cerca de cuatro décadas de servicio, con el evidente riesgo que ello representa para salvaguardar los alimentos en su custodia.

Señala el reporte, que se requieren una inversión de 129 millones de pesos para atender las necesidades de los trabajos de rehabilitación de las instalaciones. Cabe señalar que DICONSA atiende a más de 25.3 millones de personas localizadas en zonas marginadas, a las que suministra a través de su programa base, 30 productos de la canasta básica alimentaria, además de otros 56 productos alimentarios.

La retórica del lema “Primero los Pobres”, retumba en las grietas y cuarteaduras de esos 162 almacenes de DICONSA, y en los cientos o miles de estantes en los almacenes del IMSS que sólo reciben polvo y negligencia de ese personal a quien no le importa hacer su trabajo, que todos pagamos a través de nuestros .

Pero, tanto va el cántaro al agua, hasta que…

¿Y Usted qué piensa?

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