Renunció como secretaria de Economía. Lo hace en un momento crítico donde existe una disputa comercial de y contra por cuatro temas energéticos.

Han pasado los 75 días del periodo de consultas para que México resuelva los asuntos por los que estaría violando el tratado comercial de los tres países de Norteamérica, el T-MEC, o Estados Unidos y Canadá inicien un panel que decida la disputa en un periodo de 180 días. Nuestros socios comerciales han decidido continuar con la consulta pero, como ya transcurrieron los 75 días, en cualquier momento tienen el derecho de establecer el panel.

Es en esta coyuntura de gran incertidumbre cuando se retira la encargada de resolver esta disputa. Pésima noticia. Es como si el capitán de un barco, en medio de una tormenta tempestuosa, dejara el puesto de mando.

En entrevista con Enrique Galván Ochoa en La Jornada, la exsecretaria de Economía ha confesado que no hubo una gota que derramara el vaso: “Fue el chorro. Ya no sumaba, como dije en mi renuncia, una jauría rodea al presidente y no deja avanzar los proyectos, le llevan mentiras. Además, todos están metidos en la sucesión presidencial”.

Nada bueno augura esta confesión para la resolución de la disputa comercial con Estados Unidos y Canadá. Clouthier reconoce, además, que la secretaria de Rocío Nahle, “no quiere ceder en nada”, lo cual dificulta llegar a un entendimiento.

Parecería, en este sentido, que López Obrador apoyó más a Nahle que a Clouthier. Está en su derecho. Pero alguien le tiene que informar al presidente que México sí está violando el T-MEC y, de establecerse un panel, lo perdería. Esto de acuerdo a todos los expertos comerciales que he entrevistado desde finales de julio.

Además, la disputa está afectando las inversiones en nuestro país y, por ende, el crecimiento económico.

De las cuatro puntos que demandan Estados Unidos y Canadá, el más importante, creo, es la Ley de la Eléctrica (LIE), que le da prioridad al flujo eléctrico generado por la Comisión Federal de Electricidad () sobre sus competidores. Ya sea en la consulta, o en un eventual panel, la salida para que México no sea castigado sería derogar o modificar la LIE y así adecuarla al T-MEC. Esto significaría una derrota para la visión nacionalista en materia energética que han empujado Nahle, el director de la CFE, Manuel Bartlett, y el propio López Obrador.

Entre más rápido se resuelva la disputa comercial, mejor para México. Urge cerrar ese tema, ahora más que nunca que se vislumbra un mal año económico en 2023 con una posible recesión en Estados Unidos. Al parecer, Clouthier lo tenía claro. Su renuncia y lo que le dijo a Galván puede interpretarse como un descalabro de esta postura. Estaría ganando la visión de los inflexibles, que no quieren cambiar ni una coma a la postura nacionalista energética, aunque esto implique un gran costo económico para el país.

La pregunta es por qué el de Biden, una vez transcurridos los 75 días, no inició el panel.

Creo que la respuesta tiene que ver con las próximas elecciones intermedias que se llevarán a cabo en Estados Unidos el 8 de noviembre. Hoy existe la probabilidad que los demócratas mantengan la mayoría en el Senado, lo cual sería un gran triunfo para la administración Biden tomando en cuenta que hace tres meses el escenario era que su partido perdería la mayoría en ambas cámaras del .

Uno de los temas más vulnerables para los demócratas es la migración de indocumentados. Si Biden iniciara el panel con México, se arriesgaría a una reacción negativa de López Obrador, quien podría dejar de contener a los migrantes en territorio mexicano. En unos cuantos días, Estados Unidos tendría otra crisis migratoria en su frontera sur, lo cual afectaría las preferencias electorales antes de los comicios. En este momento, lo que le conviene a Biden es mantener la fiesta en paz con  para evitar cualquier situación que pudiera perjudicar a los demócratas en las próximas elecciones.

Pero, a partir del 9 de noviembre, las condiciones serán otras y Biden podría iniciar en cualquier momento el susodicho panel.

Raquel Buenrostro es la nueva secretaria de Economía. Tiene fama, bien ganada, de ser dura. Aquí el problema no es de dureza, porque el gobierno mexicano podría poner al más duro de los duros a cargo de la gestión de la disputa que no le hará ni cosquillas a Estados Unidos y Canadá. Por una razón fundamental: la controversia está perdida. Y una vez que una pelea está ganada, lo único que les queda es manejar los tiempos a conveniencia.

 

Twitter: @leozuckermann

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