El alertó este miércoles de que los niveles de extrema en el mundo se encuentran muy por encima de los que se registraban antes de la pandemia, y prevé que esto continúe así durante un tiempo.

«Es una noticia muy preocupante», dijo el director de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, durante una rueda de prensa para presentar la última edición de su informe de vigilancia fiscal, que el Fondo ha publicado con motivo de sus reuniones anuales en Washington.

Para Gaspar, esto implica que los gobiernos de las economías más afectadas deben dedicar todos los recursos necesarios, por escasos que sean, a cubrir las necesidades básicas alimentarias de sus ciudadanos, si bien admitió que esto puede provocar un aumento del riesgo de crisis fiscales.

El experto destacó el hecho de que, para los países en vías de desarrollo, la mayoría de las medidas para contrarrestar el aumento de la están dirigidas a la alimentación.

En los países desarrollados, por contra, van dedicadas a asegurar el suministro energético.

«La comida es un problema mucho más importante en las economías en desarrollo», explicó Gaspar.

El exministro de Finanzas portugués recordó que los países que lo necesiten podrán acceder a fondos destinados a combatir la inseguridad alimentaria gracias a la puesta en marcha de un nuevo mecanismo de financiación de emergencia, aprobado a finales de septiembre por el Fondo.

Sin embargo, Gaspar destacó que lo que hace falta es que los países ricos den más apoyo directo a los países en desarrollo para atajar la crisis.

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