Después de un crecimiento económico en México estimado en alrededor de 3% para el año pasado, en 2023 se espera un estancamiento que, en parte, se deberá a la contracción esperada en Estados Unidos, lo que puede impactar a las remesas y las exportaciones, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su Análisis Económico Ejecutivo semanal, los especialistas de la institución aseguraron que hay signos de que puede presentarse un nuevo estancamiento en el país, lo que reflejan las estimaciones oportunas del Inegi para los últimos meses del año. Por ello, los economistas del CEESP afirmaron que «la contracción esperada en el mundo, especialmente en Estados Unidos, incidiría negativamente en la demanda agregada y el Producto Interno Bruto de México tanto por la vía de las exportaciones, como quizá mediante menores remesas destinadas al consumo de los hogares mexicanos».
Los incrementos anuales importantes de la actividad económica que se registraron en el país a partir de agosto pasado se debieron sobre todo a un efecto aritmético de comparación con un periodo de baja actividad en 2021, explicó la institución. Eso «llevó a que los pronósticos aumentaran para alcanzar un crecimiento de cerca de 3% para este año», señaló el análisis.
Aun cuando dicho pronóstico de crecimiento es probable, la evolución de algunos indicadores empieza a sugerir un nuevo episodio de estancamiento en los últimos meses de 2022, que han comenzado a notarse en las estimaciones oportunas del Inegi para los últimos meses del año. Además, desde diciembre del año pasado se observó desaceleración en el consumo a través de tarjetas de crédito, que tuvo que ver con un impacto en el poder adquisitivo por la inflación.
A ello se sumó que en noviembre las remesas denominadas en pesos cayeron a tasa real anual de 11.1%, tras un crecimiento de apenas 0.1% en octubre de 2022. En la parte interna, se observa que la economía mexicana registra una desaceleración en el consumo nacional, así como estancamiento en la inversión, destacó el análisis del CEESP.
Por ello, el organismo consideró urgente «generar condiciones y prácticas económicas adecuadas para que la economía funcione mejor, con menores costos y mayor productividad, además de contar con los incentivos correctos para la inversión». Es una tarea compleja pero necesaria, agregó, para aprovechar las condiciones internacionales que pueden hacer que México vuelva a crecer, lo haga sostenidamente y a tasas mayores a las de los últimos 25 años.