En las tres ocasiones en que López Obrador se lanzó como candidato presidencial no sé cuántas veces me preguntaron si se convertiría en si ganaba el tabasqueño las elecciones. Siempre contesté que no y argumenté por qué. El hecho es que había mucha gente, sobre todo de la clase media y empresarial, muy preocupada porque así se encauzara el lopezobradorismo.

Al propio  le costó mucho esta comparación. Sus adversarios azuzaban el miedo de la llegada de la Revolución Bolivariana a nuestro país. El actual Presidente siempre lo negó. Utilizó litros de saliva para rechazar la idea de la importación del chavismo a México.

Cuatro años después del de ha quedado claro que el proyecto de AMLO no es el llamado “socialismo del siglo XXI” de Chávez, sino el nacionalismo revolucionario del antiguo PRI, con toques caudillistas y clientelistas muy propios de los políticos del sur del país.

Sin embargo, parece que hay lopezobradoristas que sí suspiran por el modelo venezolano. Ahí están, por ejemplo, las apologías rimbombantes que le dedicó La Jornada, el periódico oficial de la Cuarta Transformación, al comandante Chávez.

Ni duda cabe que la línea editorial de este diario está alineada a los dictados de Palacio Nacional. Y se vale. Cada periódico tiene el derecho de adoptar la postura ideológica que más le guste. La Jornada ha escogido la defensa a ultranza del gobierno de AMLO quien, a su vez, ha gastado cientos de millones de pesos al año en publicidad oficial en este medio. De acuerdo a la organización Artículo 19, La Jornada es el tercer medio que más recibe dinero federal, sólo por detrás de Televisa y de TV Azteca.

La Jornada no ha olvidado algunas de sus pasadas querencias. Siguen apoyando incondicionalmente al régimen castrista de y al chavista de Venezuela. Ahí están incrustados los izquierdistas que le siguen profesando gran amor a dos proyectos revolucionarios fracasados. Claro, ellos le echan la culpa del resultado al odioso imperio yanqui y sus adláteres. Muy su problema si no quieren reconocer que este tipo de socialismo revolucionario simple y sencillamente no funciona.

Ayer, el periódico oficial de la Cuarta Transformación conmemoró el décimo aniversario del fallecimiento de Chávez con unas apologías cursis (como suelen ser las de izquierda) del histórico personaje venezolano.

Para empezar, le dedicaron la primera plana a la foto del evento conmemorativo, donde aparecen Raúl Castro y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves. “Celebran el ‘legado permanente’ de ”, anuncia la imagen.

En la contraportada, en su famosa sección Rayuela, un breve comentario editorial que suele ser ocurrente, se aventaron la siguiente afirmación: “Como el Cid Campeador, el comandante Hugo Chávez sigue ganando batallas después de muerto”. Ah, qué maravilla. Toda una revelación épica. Resulta que Rodrigo Díaz de Vivar revivió en el continente americano. Alguien tendrá que escribir el Cantar del Mio Cid llanero.

Y para coronar la conmemoración, La Jornada le dedicó su editorial institucional titulada “Hugo Chávez: legado de soberanía”. No se quedaron cortos en halagos: “Sus grandes logros fueron la reinvención de la figura de Bolívar en clave plebeya y la demostración práctica de que era posible transitar un camino distinto al dictado desde la Casa Blanca, Wall Street, la Organización de los Estados Americanos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial”.

Ah, los villanos favoritos de siempre. Pobre América Latina que vive bajo el yugo de “las plutocracias alineadas a Washington”. Pero los gringos no perdonan y castigaron a la Venezuela chavista: “El sufrimiento que y sus aliados han infligido a los venezolanos en el afán de reducirlos por hambre constituye el mejor recordatorio de que los habitantes del Sur global sólo tendremos vidas dignas y libertad auténtica cuando nos sacudamos definitivamente el yugo neocolonial”.

Amén, camaradas, cantemos La Internacional.

Cuando uno lee tantas loas a Chávez en el diario más cercano al gobierno de López Obrador se pregunta para qué. La Jornada reaviva la idea de una cercanía ideológica de la fracasada Revolución Bolivariana con la llamada Cuarta Transformación. ¿De verdad Venezuela es un modelo a seguir para México? ¿Eso quieren los radicales que rodean al Presidente mexicano? ¿Qué opina AMLO de estos elogios al chavismo? ¿Los comparte? Sería bueno que nos lo aclarara para no andar especulando cuando nos sigan preguntando si nuestro país se dirige o no hacia un régimen de tipo chavista como en Venezuela.

  • Twitter: @leozuckermann

Dejar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí