Hay gente que me reprocha por decir que el presidente Andrés  Manuel López Obrador es un genio comunicativo. Yo sigo convencido de que lo es. Tiene una capacidad única de imponer los temas de la agenda pública. Cuando aparece una noticia adversa, busca la manera que no se hable de eso, sino de otra cosa que atrapa la atención de los medios de comunicación. Ayer vimos un gran ejemplo de eso.

Salió publicado el reporte del Departamento de Estado de sobre las prácticas de los derechos humanos en . Las conclusiones son devastadoras para el de López Obrador. Cito los principales hallazgos del resumen ejecutivo:

“Asuntos significativos relacionados con los derechos humanos incluyen reportes creíbles de homicidios ilegales o arbitrarios por parte de la policía, los militares y otros funcionarios gubernamentales; la desaparición forzosa por parte de agentes del Estado; tortura, tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes de las fuerzas de seguridad; condiciones penitenciarias duras y potencialmente mortales; detenciones arbitrarias; restricciones a la libertad de expresión y los medios de comunicación, incluida la violencia contra los periodistas; graves actos de corrupción gubernamental; investigación insuficiente y falta de responsabilidad en la violencia de género, incluida la violencia doméstica o de pareja; delitos que involucran violencia o amenazas contra personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer o intersexuales, y delitos que involucran violencia o amenazas en contra de personas con discapacidad”.

El reporte habla de una posible complicidad de agentes gubernamentales con bandas criminales internacionales y critica las altísimas tasas de impunidad en México.

Se trata de un golpe muy duro al gobierno de López Obrador.

¿Y cuál fue la respuesta del Presidente cuando le preguntaron sobre este reporte en la mañanera de ayer?

Veamos al genio comunicativo en acción.

Primero, desmentir el reporte de un plumazo sin entrar en detalles: “Están mintiendo”, “es pura politiquería”.

Segundo, envolverse en la bandera nacional con un discurso anticolonialista en contra de Estados Unidos: “No quieren abandonar la doctrina Monroe y antes el llamado Destino Manifiesto, no quieren cambiar, entonces se creen el gobierno del mundo, se asumen como el gobierno del mundo”.

Tercero, tachar de hipócritas a los mensajeros: “Nada más ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, “¿por qué no liberan a Assange, si están hablando de periodismo y de libertad?”, “¿cómo es que un periodista premiado en Estados Unidos asegura que el gobierno de Estados Unidos saboteó el ducto de gas de Rusia a Europa?”, “¿por qué se permite en Estados Unidos que opere un cártel o varios cárteles que distribuyen en ese país con libertad el fentanilo, que le hace tanto daño a los ?”.

Y, cuarto, la joya mayor: cambiar el tema por uno más sabroso que provoque mayor atención mediática. En este caso, salir a defender al pobrecillo de . Fantástico. El Presidente de México quejándose porque las autoridades de Nueva York supuestamente detendrán pronto al expresidente estadunidense con el fin de evitar que participe en las elecciones de 2024.

Todo, según López Obrador, por un problema “amoroso”. ¿Amoroso? Qué maravilla caracterizarlo así. Resulta que Trump tuvo relaciones sexuales con una actriz porno, Stormy Daniels, a la que luego le pagó un soborno para que no revelara esta información durante la campaña presidencial de 2016. Nada más que no declaró este dinero como parte de sus gastos de campaña, lo cual está penado en el vecino del norte.

Por cierto, también es falso que, por este caso, Trump no pueda aparecer en la boleta electoral del 2024 como asegura López Obrador. Para nada. Una persona procesada judicialmente sí puede ser candidato en Estados Unidos. Hay precedentes históricos.

Pero la verdad no le importa a López Obrador. Eso son menudencias. Lo que importa es cambiar el tema. La noticia ya no es el reporte devastador del Departamento de Estado sobre los derechos humanos en México, sino que el Mexican friend de Trump salió a defenderlo.

¿Y cuál fue la gran noticia que, a partir de entonces, replicaron los medios?

Sí, efectivamente, la crítica de López Obrador a la posible detención de Trump. Incluso en Estados Unidos capturó la atención mediática.

Un exitazo. Un caso para enseñar en las escuelas de comunicación política.

Twitter: @leozuckermann

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