Las 13 centrales eléctricas que el fondo Mexico Infrastructure Partners (MIP) compró a Iberdrola resultan caras por ser instalaciones viejas cuya vida útil fenece en pocos años, estimaron especialistas.
El pago de 6 mil millones de dólares por 13 centrales resulta costoso considerando que las dos terceras partes de las centrales tienen entre 10 y 25 años de operación, mientras que el resto se construyó entre 2017 y 2019, agregaron.
Carlos Flores, especialista en temas de energía, estimó que sería más conveniente invertir los 6 mil millones de dólares en la construcción de nuevas centrales.
«Desde la perspectiva económica, la transacción no tiene tanto sentido para el Gobierno de México, pagar lo que decidieron pagar, los 6 mil millones de dólares, porque construir esos activos nuevos costaría alrededor de 8 mil millones de dólares, pero aquí compraron activos más antiguos, de entre 10 y 18 años de operación, salvo algunos casos, de manera que se pagó caro» apuntó.
REFORMA publicó que Iberdrola anunció la venta de 70 por ciento de su capacidad de generación en México al fondo MPI, en donde el Gobierno tiene participación mayoritaria, operación que fue calificada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador como la nueva «nacionalización» de la industria eléctrica.
Rosanety Barrios, experta del sector energético, explicó que la compra de esas centrales representa un «lujo» considerando que la energía que se genera ya es adquirida por la CFE a precios más bajos y sin el costo que representa la operación de las centrales.
«La verdad es que esos electrones ya eran de la CFE porque eran PIEs (Productores Independientes de Energía), pero el mensaje es que compraron las plantas y se tiene garantizada la soberanía por tener la mayor parte de la generación con la CFE.
Y si de todas maneras el Gobierno mexicano pretendía ir al mercado y levantar dinero para generación eléctrica, pues sería mejor (comprar) electrones nuevos, porque hacen falta», apuntó.
En su mensaje, el Presidente López Obrador señaló que con la operación la CFE pasará de tener el 39 por ciento del mercado a 55 por ciento.
Sin embargo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), expuso que la venta de las centrales se hizo a un fideicomiso privado con participación mayoritaria de entidades públicas, por lo que la propiedad de las centrales no será de la CFE ni aumentará su participación de mercado.
El esquema bajo el que operan estas centrales es el de PIE, en el que Iberdrola vende la totalidad de la energía a la CFE, sin que la empresa estatal haya invertido en la construcción de las plantas.
Además del costo de la energía, ahora el Gobierno federal tendrá que pagar las centrales y el costo de mantenerlas en operación, explicó Barrios.
Ayer, las acciones de Iberdrola cerraron con un alza de 2.45 por ciento para ubicarse en 11.7 euros por unidad.