Este es el ataque de COVID menos contagioso y más oportuno que ha habido, ¿Nadie más lo contagio o se contagió?
¿Cómo es que se contagió tan oportunamente que no tuvo que ir a la mañanera a explicar en donde íbamos (el pueblo) a conseguir las armas para defender la soberanía nacional y el derecho de todos los mexicanos a ser narcotraficantes sin tener que darle explicaciones a nadie? Tampoco ha tenido que explicar por qué desapareció el Insabi y dónde quedó el dinero que ahí se gastó ¿Por qué no hay medicinas, ni seguro popular neoliberal, ni vacunas burguesas para curar niños aspiracionistas que quieren crecer sanos en un país donde ya se llegó a niños-cero (que son aquellos que no tienen ninguna vacuna)? Antes, cuando estábamos “más mal” todos tenían su esquema completo, tanto, que se dio la explosión demográfica de niños sanos – con malas escuelas y sin trabajo, pero sanos y sin epidemias.
Si esto fuera Rusia o si AMLO fuera nicaragüense, cubano o venezolano podríamos decir que el Kremlin le metió dos dosis de cobalto para callarlo.
Si fuéramos un país fascista preguntaríamos si el ejército lo envenenó para evitar que los empujara a una guerra que saben que van a perder, pero como estamos en un país libre, democrático y bien soberano sabemos que nadie lo envenenó; que nadie más se contagió; que está más allá de sano y feliz y que si se cancelan actividades a su alrededor es solo para no contagiar a masas de morenistas que lo rodean y quienes, como el resto del pueblo, si se contagian tendrán que ir a un hospital sin medicamentos, sin doctores, sin enfermeras, a pedir un número y a ver si les hacen caso y si se los hacen a ver que les dicen o a que farmacia los mandan porque el Estado, ese Estado que tiene para mandar a la familia de los generales en primerísima clase a pasear por París (donde Adán Augusto la pasó bien al gusto a pesar de que hoy ya no recuerda el idioma que ahí se habla y que él, que si estudió -un poco por lo menos- sabía cuando hizo unos trabajos que no le pudieron inventar en Santo Domingo (donde títulos y tesis son todas en “puro Spanish mi jefe”) y porque el Mesías le dijo que estudiar en el extranjero y conocer lenguas de ‘salvajes’ era antirrevolucionario y aspiracionista por lo que el ya no recuerda esa lengua de fifís y CONACYTES.
Lo que si es cierto, es que ahora nos dieron un poco de nuestro propio chocolate y a quienes no nos gustaban las mañaneras ahora las tuvimos que escuchar con el plomo de Augusto y sus invitados quienes, ante la premisa de que no se podían mostrar más inteligentes que su anfitrión pues se mostraron menos, mucho menos inteligentes y divertidos que Manuel Andrés….Dos días ya que los pseudo periodistas tienen que inventar de que hablar porque no hay línea…..dos días donde hay que pensar en que pensar porque no piensan en nosotros y eso, es una carga, que ningún influencer pagado por el gobierno, que se respete puede cargar solo.
¿Será por todo esto – o solo por coincidencia- que están removiendo a Salinas Pliego de la dirección de Azteca? ¿Removerán a Azcárraga y al Sr. Junco al que tanto quiere Manuel Andrés?…
En fin, que sin Manuel Andrés el país zozobra igual que el tiempo libre de políticos y periodistas a quienes el tiempo ahora si les sobra…sin Manuel el mundo vuelve a ser opaco y aburrido lleno de tristes realidades, sin adjetivos, sin otros datos, sin atributos mágicos ni adjetivos calificativos….
Yo no sé cómo le harán, pero volver a la triste realidad de nuestro México sin Manuel Andrés que nos ayude a comprender la realidad va a ser demasiado.
Regrésenme a mi Manuel Andrés y les prometo ya no cuestionar nada; (por lo menos por tres días hábiles)
Prometo, si nos lo regresan, correr -como nos pidió- por armas para defender a la patria de quienes quieren quitarnos el derecho de ser todos narcos, morir gustoso por falta de medicamentos y jamás, jamás ir a la escuela para no tener que preguntar dónde están mis maestros y los libros….
Por favor, Sr. “Al gusto”, regréseme a Manuel Andrés y le prometo que seremos buenos ciudadanos, sin preocuparlo ni presionarlo con nuestras cuitas y neoliberales cuestiones.
Sin temor a equivocarme le digo que casi todos preferimos nuestro México madrugador “de mentiritas” que la triste realidad que sin su presencia tendremos que confrontar.
