La economía de México se perfila con un menor dinamismo, concluyó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) al interpretar sus indicadores adelantados sobre la tendencia de la producción de manufacturas, consumo y servicios.
Los indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero del mes de mayo confirman que el ritmo de crecimiento económico del segundo trimestre del año está siendo menor al registrado en el primero.
“Si bien la actividad continúa expandiéndose, el impulso del comercio y sector servicios ha perdido algo de fuerza, al tiempo que el sector manufacturero se mantiene en el margen de registrar una ligera contracción”, dijo el IMEF en su reporte mensual.
El PIB del primer trimestre creció 1.0% a tasa trimestral, lo cual fue consistente con las señales que el Indicador IMEF estimó en los primeros meses del año. El sector servicios fue el de mayor dinamismo.
Hasta el momento, la economía mantiene todavía una tendencia de crecimiento, aunque los datos de los meses de abril y mayo de los indicadores IMEF apuntan a un impulso menos dinámico que el observado en los primeros meses del año.
El Indicador IMEF Manufacturero de mayo disminuyó -0.1 puntos respecto al mes de abril, situándose en 49.8 unidades, muy próximo al nivel neutral de 50.0 unidades, por lo que el Indicador sugiere que el sector manufacturero no se está expandiendo en el margen.
A su vez, el Indicador IMEF No Manufacturero disminuyó -0.9 puntos, cerrando en 51.1 unidades. A pesar de la caída respecto al mes de abril, el Indicador continúa en zona de expansión, acumulando así 16 meses consecutivos en esta zona.
Para su medición, el Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50) de la actividad económica.
En su sesión para comentar los resultados del Indicador IMEF correspondiente al mes de mayo, el Comité Técnico Asesor del Indicador IMEF debatió sobre la probabilidad de una recesión en Estados Unidos. Se discutió acerca de la discrepancia que existe entre los indicadores del mercado, que asignan una probabilidad de alrededor de 68% a un escenario como el antes mencionado, y los indicadores de actividad económica, que todavía dan una probabilidad muy baja a la recesión.
En este sentido, si bien el indicador ISM manufacturero en Estados Unidos está en terreno de contracción, el de servicios y el compuesto siguen en expansión mientras que el sector laboral se mantiene muy fuerte, lo que lleva al IMEF a considerar que la recesión no tendrá lugar en la primera mitad de este año, sino que podría retrasarse al último trimestre de 2023 o principios de 2024.
Entre los riesgos que hay en el escenario, que todavía tienen un alto grado de incertidumbre, se destacaron dos: El desempeño del sector bancario, en donde los bancos regionales todavía tienen un alto nivel de riesgo en sus indicadores de desempeño, ya que, ante el incremento de las tasas de interés, los depósitos se han reducido de manera sustancial; y la probabilidad de que Estados Unidos pudiera incurrir en un default de su deuda ante los problemas que plantea la negociación del techo de endeudamiento.
Este es un tema que, tal y como lo expresó el IMEF, fue temporal porque durante el fin de semana la Casa Blanca y el Congreso llegaron a un acuerdo de mediano plazo.