• La evaluación en el caso de Matemáticas y en Comprensión de Lectura, se sitúa como el tercer país con los peores resultados de la OCDE
  • En Ciencia, nuestro país ocupa el “honroso” último lugar
  • La básica ha sido un fracaso a lo largo de cinco años

Durante el de Andrés Manuel López Obrador, se ha registrado en nuestro país uno de los rezagos educativos más lamentables de las últimas décadas. En los ciclos escolares de 2022 y 2023, desertaron cerca de dos millones de alumnos de primaria y secundaria, frente a la imposibilidad de ofrecer a todos los estudiantes clases en línea por escaso número de computadoras y poca habilidad de conexión académica.

Después de más de dos años de pandemia, a partir de 2020, el gobierno federal no consideró relevante el rezago educativo y menos la deserción escolar, con el agravante de que, una vez que disminuyó el ataque de la pandemia por Covid -19, no hubo una evaluación de conocimientos fundamentales de los alumnos por un lado y, por otro, jamás se atendió a los alumnos desde la perspectiva del estado emocional, psicológico, por el llamado “encierro” que se extendió más de lo previsto.

La educación básica ha sido realmente un fracaso a lo largo de cinco años, por no haber nombrado a los titulares de la idóneos. Al inicio del gobierno de , asumió la titularidad Esteban Moctezuma Barragán, sin haber tenido antes contacto profesional alguno con la educación básica del país. Duró en el cargo poco tiempo, igual que con el presidente Ernesto Cedillo, como secretario de Gobernación. En no era un experto y se notó desde un principio, que tampoco la educación era su fuerte. Finalmente decidió aceptar el cargo de embajador de México en , donde se encuentra actualmente.

Llegó a sustituirlo en la SEP, una maestra activista de la 4T nativa del estado de México, Delfina Gómez Álvarez, con más prestigio en su de presidenta municipal de Texcoco y por su habilidad para descontar parte de los sueldos de los trabajadores para impulsar campañas políticas, que como promotora y preocupada por sacar de la ignorancia a millones de niños y mexicanos. Duró en el cargo como titular de Educación Pública escasamente dos años, para, finalmente, aceptar la candidatura del partido MORENA, al gobierno del estado de México. Su triunfo, aunque apretado, allí la mantiene.

La tercera titular de Educación Pública en este gobierno, Leticia Ramírez Amaya, fue la Coordinadora de Gestión de Acuerdos del presidente López Obrador. Fue responsable de dar seguimiento a los acuerdos y compromisos que normalmente sostiene el mandatario con representantes sociales, empresariales o dirigentes de organizaciones en las conferencias mañaneras.

En el primer año de gestión de Leticia Ramírez como titular de la SEP, ha tenido un desempeño totalmente desafortunado. En primer lugar, continuó con estrategias y programas que no dieron resultados favorables en años anteriores y que mantienen un alto rezago en la capacitación de los alumnos de primaria y secundaria, lo cual los hace “impresentables” para competir en concursos y en evaluaciones de organismos internacionales que califican, entre otras especialidades, la eficiencia educativa, como es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La Secretaría de Educación Pública, dirigida por Leticia Ramírez, fue la responsable de la edición de los Gratuitos para la educación básica en México, los cuales fueron modificados en sus contenidos, seguramente por instrucciones de su jefe inmediato, que es el presidente Andrés Manuel López Obrador, y con una orientación técnica de asesores de la República de Venezuela, encabezados por Sady Arturo Loaiza, quien fue funcionario en los gobiernos venezolanos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

En la nueva edición de los Libros de Texto Gratuitos, coordinada por un señor llamado Marx Arriaga, director general de Contenidos de los libros señalados, se introdujeron ideologías y doctrinas consideradas ajenas a la idiosincrasia mexicana. Según ha trascendido, la nueva orientación de los contenidos de esos libros, tiene el propósito de enseñar a la niñez mexicana, dogmas y teorías con sentido comunista, al mismo estilo de las ediciones de libros en escuelas de educación básica de Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países de América Latina.

De la misma manera, un caso que confirma la baja calidad de la educación básica en México, destaca la Evaluación PISA 2022, de la OCDE, en donde se señala que, “dos de cada tres estudiantes en México, no alcanzan el nivel básico de aprendizaje en Matemáticas”.

Se precisa, en la referida prueba, que México obtuvo 126 puntos menos que Japón, que es el país mejor evaluado. Además, en la misma prueba, se afirma que sólo seis puntos separan a México de Colombia, que ocupó el último lugar de la OCDE en esta prueba.

En resumen, hay que destacar que, en la edición 2022, México se posicionó en el lugar 35, entre 37 países miembros de la OCDE, que fueron evaluados. Mientras que en promedio los países miembros de esta organización, obtuvieron un puntaje total de 478 puntos, México alcanzó un puntaje promedio de 407. Esta tendencia por debajo del promedio, se mantiene para las tres áreas evaluadas.

Indica que Matemáticas es el área en la que México tiene una mayor desventaja, con una diferencia de menos 77 puntos, en comparación con el promedio de la OCDE, seguido de Ciencias, con una diferencia de menos 75 puntos. Y comprensión de Lectura, con menos 61 puntos.

Estos resultados ubican a México en una situación educativa similar a la que vivió en 2006. En el caso de Matemáticas, los resultados se acercan a los de 2003. En la edición 2022, el desempeño de México en Matemáticas y en Comprensión de Lectura, lo sitúan como el tercer país con los peores resultados de la OCDE, mientras que, en Ciencia, México es el país con los peores resultados.

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