El acceder a la educación superior es el sueño de miles de personas en el mundo, aunque muchas veces lograrlo no es tan fácil como parece. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en el país de cada 100 personas que inician la primaria solo 37 terminan entrando a la universidad y únicamente 19 finalizan la carrera.
En la actualidad, existen un abanico de profesiones para elegir tanto en universidades públicas como privadas. No obstante, el poder cursar alguna de ellas en ocasiones se hace cuesta arriba, esto debido a la cantidad de dinero que se debe invertir y que algunas personas simplemente carecen.
En México, así como en muchos otros países, una de las principales causas de deserción escolar en todos los niveles educativos, pero en especial en la educación superior, se debe a la imposibilidad de costear los gastos de las distintas licenciaturas.
En este sentido, en una entrevista con El Economista, Fernanda Domínguez, coordinadora de Educación del Instituto Mexicano para la Competitividad, afirmó que actualmente estudiar una carrera universitaria vale más que el oro, ya que mientras el rendimiento anual de la inversión de este metal es de 9.6%, cursar una licenciatura garantiza uno de 14.0% y una carrera técnica, de 10.4%.
“Nosotros seguimos promocionando que estudiar es una extraordinaria inversión. Pero para maximizar los beneficios de esta inversión, es necesario informarse sobre los panoramas educativos de las diferentes carreras que hay en el país”, afirmó la especialista.
En este 2023, la organización presentó su estudio “Compara Carreras 2023”, el cual año tras año busca brindar información actualizada para que los jóvenes puedan estar al tanto sobre la empleabilidad, la rentabilidad y los niveles de ingresos de 80 carreras universitarias y técnicas.
Los datos usados por el IMCO son resultado del análisis de la información proporcionada tanto por las encuestas nacionales de Ocupación y Empleo y de Ingresos y Gastos de los Hogares, así como de la oferta educativa pública y privada.
En esa línea, la investigación determinó que hay cinco carreras en México que se posicionan como las más costosas para estudiar, esto tomando en cuenta la inversión destinada en la primera modalidad.
La que lidera la lista como la más cara del país es Medicina general, que tendría un costo promedio de 47 mil 728 pesos si se cursa en una universidad pública, tomando en cuenta los costos de matrícula, el examen de admisión, los gastos en libros y en materiales.
Mientras que, en una universidad privada, la inversión promedio es 888 mil 963 pesos, a esto se le suma el costo de colegiaturas e inscripciones.
Seguidamente, Criminología y Criminalística es la segunda carrera con mayor inversión, pues para poder finalizar los estudios en una universidad pública se necesita, en promedio, 47 mil 606 pesos. En caso de optar por una universidad privada, el gasto promedio es de 137 mil 382 pesos.
El tercer lugar lo ocupa la licenciatura en Gastronomía y Servicios de Alimentos, que de acuerdo con las cifras del IMCO su estudio en una universidad pública es de, aproximadamente, 46 mil 736 pesos y en una privada de 234 mil 085 pesos.
El top 5 lo cierran Ingeniería en Electrónica con un costo de 44 mil 038 pesos en una universidad pública y de 470 mil 646 pesos en una privada; en tanto la Ingeniería Mecánica tiene una inversión promedio en una universidad pública de 43 mil 994 pesos y en una escuela privada aumenta a 580 mil 448 pesos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) asegura que un egresado de la educación superior llega a tardar más de 7.5 años en recuperar la inversión realizada por sus estudios, esto si es que consigue acceder a un puesto laboral relacionado a su carrera, situación que en México solo lo logran 5 de cada 10 profesionistas.
Asimismo, ante la elevada demanda de cupos en universidades públicas, donde solo pocos estudiantes llegan a matricularse, el tener que recurrir a las universidades privadas causa que en muchas oportunidades se deban solicitar préstamos, los cuales pueden ser de hasta un millón de pesos.
«El problema de cupo o plazas afecta más a nivel universitario y eso provoca que los alumnos se vayan a universidades privadas. Las personas tienen dos opciones: o no estudian o estudian en universidades de baja calidad que no son bien reconocidas en el mercado laboral», dijo en una entrevista con Expansión, Francisco Cordero, fundador de Laudex.
En la conversación, afirmó que las solicitudes de crédito para el pago de universidades, posgrados y especialidades se han incrementado en 40%. Asimismo, se conoció que los préstamos más pedidos son para estudiar Administración en México o Idiomas en el extranjero, siendo los países más buscados Canadá y España.
Carreras mejor pagadas
En cuanto a las carreras que perciben un mejor salario en el país, el IMCO señaló que en la actualidad destacan: Medicina de especialidad (MXN 35 mil 033), Finanzas banca y seguros (MXN 28 mil 336), Medicina general (MXN 24 mil 529), Ingeniería en Electrónica (MXN 22 mil 877) e Ingeniería en Electricidad (MXN 22 mil 834).
Por su parte, entre las peores pagadas se encuentran: Orientación e Intervención Educativa (MXN 13 mil 248), Terapia y Rehabilitación (MXN 13 mil 480), Formación Docente en Nivel Preescolar (MXN 14 mil 500), Adquisición de Idiomas Extranjeros, (MXN 14 mil 517 pesos) y Trabajo y Atención Social (MXN 15 mil 104).
Cabe destacar que los adolescentes no están optando por lo que se conocen como “las carreras del futuro” y la matrícula de educación superior sigue altamente concentrada en profesiones tradicionales. De hecho, los datos del IMCO revelan que el 50% de los egresados son de 10 de las 118 carreras que se ofrecen en el país. Entre ellas están: Derecho, Administración de Empresas, Contabilidad y Psicología.
Aunado a esto, el IMCO también manifestó su preocupación por la reducción en el número de estudiantes de educación superior, ya que actualmente el 34.5% de los jóvenes estudia una licenciatura, pero esta proporción comenzó a reducirse de a poco a partir de 2019, cuando el máximo histórico fue de 34.9%.
Ante este panorama, la institución propone fomentar el uso de herramientas informativas para que los estudiantes elijan una carrera y que las autoridades y las escuelas promuevan los beneficios de la educación superior, por ejemplo, reforzando la orientación vocacional con información sobre los costos y beneficios de estudiar una profesión.