Se acabó la espera. Por fin habló Sheinbaum de lo que quiere hacer si gana la Presidencia. Adiós a los exégetas de la candidata morenista que tanto abundaban. Es muy claro: Claudia ha retomado punto por punto lo que ha venido proponiendo , es decir, un proyecto político para concentrar el poder en .

Algunas de las propuestas las mencionó Sheinbaum en su discurso de arranque de campaña en el Zócalo capitalino.

Como AMLOClaudia quiere “la elección de los consejeros electorales y los magistrados, por popular”. Esto, que suena muy democrático, en realidad politizaría y partidarizaría más al Instituto Nacional Electoral () y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Los aspirantes a dirigir estos órganos, obligados a conseguir el voto popular, quedarían a merced de los partidos, que son los que tienen el poder de la movilización electoral. Y, hoy por hoy, el partido más fuerte de todos es Morena, que fácilmente se quedaría con una mayoría de consejeros y magistrados controlando, así, los órganos electorales. Adiós, entonces, a su independencia.

Como AMLOClaudia propone “que los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial sean electos por el pueblo”. Otra vez, suena muy democrático. No lo es.

Sólo en un país, Bolivia, se elige directamente a los ministros de la Suprema Corte. El resultado ha sido que estos jueces le deben su puesto a los partidos que los apoyaron en las elecciones. No es gratuito que los ministros elegidos durante el periodo de Evo Morales como presidente hayan votado para admitir la reelección presidencial cuando la Constitución claramente la prohibía.

Al igual que los consejeros y magistrados electorales, dejar que los votantes elijan a los jueces hace que éstos sentencien más por sus intereses políticos y los caprichos de las mayorías. La ley pasa a un tercer plano. Una vez más, siendo Morena el partido hegemónico, su maquinaria se encargaría de apoyar a sus candidatos judiciales, lo cual terminaría por dinamitar la autonomía de este Poder para ponerla al servicio del gran jefe morenista, ya sea la próxima presidenta o el líder “retirado” en su rancho.

En el documento Cien pasos para la transformación aparecen más detalles que los dados a conocer en el discurso de Sheinbaum.

Como AMLOClaudia quiere desaparecer los órganos autónomos del Estado.

La Cofece pasaría a la Secretaría de Economía. Ergo, la presidenta tendría el gran poder de negociación con los monopolistas y oligopolistas que abundan en este país. Las funciones del IFT pasarían a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. El ingeniero Slim ya no tendría que preocuparse por la regulación de un órgano autónomo. Ahora se arreglaría, como sólo él sabe hacer, con el inquilino en turno de Palacio.

El Inai desaparecería. La transparencia del federal pasaría a la secretaría de la Función Pública. Ya podemos imaginar dónde terminará este autocontrol por parte del Ejecutivo.

Adiós a la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de , que pasarían a la Secretaría de Energía. Ningún contrapeso tendría la presidenta en esta materia.

Como AMLOClaudia pretende “establecer como umbral mínimo de participación requerida el 30% de la lista nominal en las consultas populares para que sus resultados sean vinculatorios. Además, se homologa la fecha de realización de la revocación (de mandato), así como la consulta popular, al mismo día de las elecciones ordinarias federales”.

Como AMLOClaudia quiere eliminar “200 diputados federales plurinominales y 64 senadores”. Con un plenamente uninominal, Morena tendría una sobrerrepresentación tan amplia que fácilmente podría reformar la Constitución.

En conclusión, quieren todo el poder.

El control absoluto, supermayoritario, sin contrapesos, del Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El dominio sobre el INE y TEPJF. La desaparición de los órganos autónomos del Estado para pasar sus funciones al Ejecutivo federal. La posibilidad de tomar decisiones fundamentales por medio de consultas populares con una votación raquítica del 30% del electorado. La facultad de remover a un Presidente con este mismo porcentaje mínimo de votación. Y el enorme poder de reformar la Constitución a su antojo.

No más exégesis sobre Claudia. Su proyecto es el mismo de AMLO. Aspiran a concentrar el poder. Que no nos vengan a vender que ella tendrá un sello propio. Los planos del segundo piso de los ha diseñado López ObradorSheinbaum se encargará de ejecutarlos.

X: @leozuckermann

Dejar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí