El advirtió que de concretarse la propuesta del federal de absorber las funciones de , se generará un ambiente de incertidumbre, además de malas prácticas, lo que impactará negativamente a la inversión y, por ende, a la economía nacional.

Es claro que el fortalecimiento de un ambiente de negocios idóneo es responsabilidad del gobierno. Para ello requiere de órganos autónomos e independientes que propicien las mejores condiciones de mercado. Llevarlos a ser parte del gobierno, dado su actitud permisiva, sólo genera incertidumbre y malas prácticas”, expuso el organismo del .

En su análisis semanal, abundó que, antes de avalar la desaparición de órganos autónomos, el gobierno debe tener en cuenta que el sector privado es su mejor aliado, ya que a través de él se reflejan los objetivos oficiales.

Si estos son mayor crecimiento y bienestar, la posición oficial deberá actuar en esa dirección. No hay otra opción”, apuntó.

Para el CEESP, es un hecho que la condición necesaria para la prosperidad es un que garantice reglas claras y justas que impulsen la inversión productiva a través de una regulación eficiente que estimule la operación de las empresas ya establecidas, la creación de nuevas, especialmente micro y pequeñas empresas (MiPymes), así como a los nuevos emprendedores.

Para ello, dijo, es fundamental la existencia de órganos autónomos que se ocupen al máximo de la vigilancia e instrumentación de las políticas necesarias que aseguren un ambiente de legalidad, lo que no sólo beneficia a la inversión sino a toda la población, pues “facilita un entorno de mayor formal y mejor remunerado, mayor seguridad pública, un eficiente sistema de salud y educación, así como de menor corrupción y mayor transparencia”.

El Centro acentuó que la posición del gobierno es fundamental en este entorno, toda vez que es el responsable de establecer y vigilar el mejor entorno posible; sin embargo, advirtió que “su oposición a los órganos autónomos y antagonismo a la participación en sectores estratégicos por parte del sector privado han complicado seriamente la posibilidad de lograr un ambiente mucho más amigable para la inversión”.

Añadió que la insistencia en desaparecer los órganos autónomos e independientes para redirigir sus responsabilidades a las secretarías de estado sólo limitará su función a los deseos del gobierno.

La existencia de un ambiente de negocios poco atractivo en el que prevalezca la falta de transparencia, una regulación ineficiente, un sector de energía débil, un sector educativo deficiente, sin duda pueden ser causa de un aumento significativo de la incertidumbre, mayor cautela de la inversión, y un menor optimismo sobre la evolución de la actividad económica.

“El debilitamiento de la actividad económica como resultado de un entorno como este, además de desaprovechar la oportunidad que ofrece el nearshoring, inhibe cualquier otra intención de invertir”, concretó.

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