La economía mexicana enfrenta un periodo de  marcado por una baja en , inversión privada lenta y un reducido, lo que ha llevado a instituciones como el Banco de (Banxico), el Fondo Monetario Internacional () y el Banco Mundial a ajustar sus proyecciones de crecimiento para el país.

Los tres organismos han disminuido al menos tres veces sus expectativas de crecimiento del PIB para 2024 y 2025, atribuyendo la baja principalmente a la dependencia de exportaciones hacia EE. UU., un bajo nivel de inversión privada, y una política de gasto público ajustada. Banxico y el FMI proyectan un crecimiento del 1.5 % para 2024, mientras que el Banco Mundial estima un leve 1.7 %.

De acuerdo con el Banco de México, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, entre los factores que frenan la economía de México destacan los siguientes:

1. Exportaciones a la baja hacia   

Las exportaciones mexicanas a su principal socio comercial han mostrado una desaceleración significativa. Según el FMI, la demanda externa se ha debilitado y, al cierre de agosto de 2024, las exportaciones a EE. UU. apenas crecieron un 0.84% en comparación con el mismo periodo del año anterior, con un valor de 43,747 millones de dólares.

En septiembre, las exportaciones totales cayeron un 0.97% frente al mes anterior, marcando el segundo mes consecutivo de caída.

2. Inversión privada con bajo crecimiento  

Aunque el consumo interno continúa sosteniendo parte del crecimiento, Banxico anticipa que la inversión privada mantendrá un ritmo de expansión más lento de lo previsto debido a factores de incertidumbre económica, tanto internos como externos.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que la inversión fija bruta ha crecido, aunque a tasas más bajas en lo que va de 2023.

3. Reducción en el gasto público

A pesar del impulso fiscal en 2023, las proyecciones para 2025 apuntan a un recorte significativo. De acuerdo con los Precriterios Económicos para 2025, el gasto público neto sufrirá una reducción de 7.5% real, lo que se traduce en 706,000 millones de pesos menos frente a 2024, en línea con los objetivos fiscales que buscan reducir el déficit.

El FMI y el Banco Mundial coinciden en que enfrentar limitaciones estructurales y optimizar el aprovechamiento de oportunidades como el nearshoring será crucial para revertir la tendencia económica y asegurar una recuperación sostenible a mediano plazo.

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