En un contexto empresarial marcado por la necesidad de innovar y diferenciarse, México se destaca por sus esfuerzos dentro del campo de la propiedad industrial. De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), el país procesa anualmente cientos de miles de solicitudes de registro de marcas y patentes, lo que refleja una creciente conciencia sobre la importancia de proteger estos valiosos activos. No obstante, a pesar de la eficiencia del IMPI, persisten retos significativos, principalmente atribuibles a la desinformación y a la falta de preparación por parte de los emprendedores.
En 2023, el IMPI recibió 210,922 solicitudes de marca, de las cuales 146,901 fueron aceptadas. Sin embargo, se rechazaron 64,021 solicitudes, una cifra que, aunque resalta la necesidad de una mejor preparación en el proceso de solicitud, también subraya la responsabilidad de los asesores en guiar adecuadamente a los emprendedores. El costo económico de las solicitudes rechazadas, estimado en unos $157 millones de pesos, pone de relieve la importancia de un asesoramiento legal adecuado y especializado. Yaritza Rodelo, CEO de EasyLex, una empresa legaltech dedicada a simplificar los procesos legales para negocios, resalta la importancia del asesoramiento adecuado en el ámbito de la propiedad industrial: “Es fundamental que los emprendedores comprendan la importancia de asesorarse adecuadamente en el proceso de registro de marca. Muchos rechazos se deben a errores que podrían haberse evitado con información y guía correctas. La inversión en protección de propiedad industrial es esencial para salvaguardar el valor y la proyección futura de sus negocios”.
Un sistema de propiedad industrial inclusivo
El análisis de las estadísticas del IMPI también revela una disparidad notable en la representación internacional; solo el 4% de las patentes registradas son para mexicanos, mientras que el 96% corresponde a extranjeros. Esta situación plantea un desafío importante para fomentar la innovación local. «Es esencial que los emprendedores vean el registro de sus ideas como una inversión en su futuro. Patentar no solo protege su creatividad, sino que también fortalece nuestra economía y permite que la innovación del país crezca y compita a nivel global. Al tomar este paso, están asegurando que sus proyectos tengan el respaldo necesario para prosperar en un entorno cada vez más competitivo,» añade Rodelo.
La importancia estratégica de proteger marcas y patentes
La protección de la propiedad industrial no es solo un trámite burocrático; es una estrategia esencial para competir en mercados cada vez más saturados. Una marca registrada otorga derechos exclusivos que permiten diferenciarse, construir reputación y generar confianza entre los consumidores. Además, una patente protege la innovación y puede ser un factor determinante para atraer inversionistas o establecer alianzas comerciales.
Según datos del IMPI, las empresas que protegen sus activos intangibles tienen una mayor probabilidad de éxito y crecimiento sostenido. No obstante, a pesar de los beneficios, muchos emprendedores desconocen el valor real de registrar sus marcas y patentes, lo que los deja vulnerables ante la competencia desleal y la piratería.
La protección de marcas y patentes es crucial para la supervivencia y el crecimiento empresarial en mercados competitivos. Una marca registrada no solo protege contra la competencia desleal, sino que también añade valor a la empresa, facilitando acuerdos comerciales y atrayendo inversiones. Los desafíos relacionados con el desconocimiento y los mitos sobre los costos y duración de los procesos pueden desanimar a algunos emprendedores a seguir adelante con sus registros.
“Es necesario cambiar la percepción de que el registro de marcas y patentes es un gasto innecesario”, concluye Yaritza Rodelo. “Es una inversión estratégica que puede marcar la diferencia en el éxito de un emprendimiento. Al entender y valorar este proceso, los emprendedores mexicanos estarán mejor preparados para enfrentar los retos del mercado y aprovechar las oportunidades que se presenten”.
La conversación sobre la protección de la propiedad industrial en México debe centrarse en educar y apoyar a los emprendedores. Al proporcionar información clara y accesible, y al fomentar el uso de asesoría especializada, se pueden reducir los rechazos y fortalecer el ecosistema emprendedor del país.