Dicen quienes saben que regresamos a las épocas más duras del PRI y que será muy difícil para la oposición política rescatar espacios perdidos precisamente por sus errores y excesos, incluso con la creación ese nuevo movimiento llamado Frente Cívico Nacional que suma a muchas mentes brillantes, algunos liderazgos y parte de la sociedad civil.
Pareciera que se trata de una partida de ajedrez donde el oficialismo lleva la delantera allegándose mecanismos para o inhibir o desarticular cualquier asonada que pretenda quitarles el liderazgo incluso a nivel estatal, donde sus huestes encabezadas por Morena, hacen uso de los recursos públicos para morenizar entidades que aún no casen en la hegemonía de la 4T.
Mientras los de siempre y ya impresentables del PRI y PAN vociferan desde las tribunas legislativas, con o son razón, los activistas del oficialismo se paran en todas las entidades federativas para advertir a partidarios o no a no claudicar ni aflojar, aunque tengan el poder federal, precisamente para evitar que los opositores avancen o consoliden posiciones.
Los opositores, no pasan de lanzar pedradas verbales, pero no salen de su ostracismo ratonero y a veces pagado de sí mismos para hacer ver a sus pocos y desanimados seguidores que están haciendo “algo”, pero en verdad ni se les ve ni se les oye más allá de las tribunas legislativas.
Tan es así que se dan el lujo de desprecias a medios para decirles que no los necesitan y que todo lo hacen a través de sus redes y sus propios recursos.
Pero pocos los notan y la verdad es que son los medios privados quienes realmente muestran cierta oposición al régimen gracias a que se mantienen críticos, aunque no será por mucho tiempo pues la falta de recursos financieros los está doblando. La inclusión en noticiarios electrónicos y “columnas” en impresos de jilgueros morenitas es la mejor prueba de ello.
Y la cosa se va a poner peor, no lo ocultan los oficialistas quienes lanzan sus amenazas sin recato, se quitaron el antifaz para decir que tienen el control total del poder y de la información, cualquiera que sea.
De hecho, es algo que los cuatroteros saben bien, que la información sobre personas públicas o privadas, instituciones y hasta de organizaciones y empresas criminales les sirve para “negociar”.
No se olvide que la consejería jurídica de Presidencia en tiempos del ganso, sirvió para apretar tuercas a muchos políticos de oposición que prefirieron retirarse al anonimato que oponerse a decisiones de palacio Nacional. Los archivos de Gobernación, Cisen y de las áreas de inteligencia miliar, sirvieron para la amenaza, chantaje y cooptación incluso de cuadro políticos.
Ahora van a cerrar la pinza cuando se apoderen de la información que resguarda el Instituto de Acceso a la Información y Datos Personales. Sabrán en presidencia todo de todos y no para un buen fin, sino para desarticular organizaciones, amenazar o destruir personas e incluso como en los mejores tiempos del tlatoani tabasqueño, destruir reputaciones y acusar a quien gusten de corruptos o exhibirlos en sus debilidades profesionales y humanas.
Será el paraíso de la 4T porque a cambio, no estará obligado a informar de nada, ninguna ley aunque sea vigente los podrá obligar. De hecho, en la anterior administración eso ya era el pan nuestro. Nunca quisieron revelar gastos a pesar de pruebas fehacientes y documentadas de corrupción como los contratos directos a gente ligada al poder o dentro del poder mismo.
De eso se trata, de ocultar y mentir como en la famosa guerra de los números donde es claro que se ocultan datos de asesinatos y secuestros y a cambio nos recetan cifras de detenidos sin advertirnos que por cada malo, las organizaciones criminales reclutan por las buenas o malas a más jóvenes en todo el país, en un movimiento de leva permanente y voraz, por eso el 76 por ciento de los no presentes son jóvenes, así se fueron los de Ayotzinapa, o ¿No?
Por lo pronto a casi dos meses de la actual administración van más de cuatro mil muertos, que se suman a los 200 mil asesinatos del sexenio pasado, y contando, aunque ya no sabemos si como sucede en Sinaloa se oculten los datos reales de homicidios dolosos.
Se quitaron el antifaz y nos van a demostrar los cuatroteros que ellos mandan por encima de cualquier argumento legal o ético
¡Cínicos!