• La naturaleza del proceso transforma por completo el modelo electoral tradicional
  • No habrá campañas ni prerrogativas para los candidatos

El Instituto Nacional Electoral () se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su : la organización de un proceso electoral extraordinario bajo condiciones inéditas y con un significativamente reducido. En diversas ocasiones, Zavala, consejera presidenta del Instituto, ha expuesto las estrategias y dificultades para garantizar transparentes, legítimas y ajustadas a la nueva realidad política del país.

Con el ánimo de tratar de explicar a la sociedad las complejidades de este proceso, Taddei ha comenzado a dar una serie de entrevistas en medios de comunicación, exponiendo los puntos más relevantes de la elección para personas juzgadoras que se realizará el próximo 1 de junio.

De acuerdo con sus planteamientos, la naturaleza del proceso extraordinario transforma por completo el modelo electoral tradicional. A diferencia de elecciones anteriores, las candidaturas no serán definidas por partidos políticos, sino por una colaboración sin precedentes, que se tendrá que dar entre los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

“No habrá campañas ni prerrogativas para los candidatos”, ha explicado la consejera presidenta. La comunicación con la ciudadanía se hará mediante la plataforma digital “Conóceles”, donde se ofrecerá información detallada sobre cada aspirante.

Además, el reglamento para el tope de gastos de campaña de los aspirantes aún se encuentra en proceso de elaboración y deberá de ser aprobado por el Consejo General en fecha próxima.

Hay que recordar que el INE solicitó 40 mil millones de pesos para este proceso extraordinario, pero solo recibirá 27 mil millones. Esta reducción forzó ajustes estratégicos para garantizar la operación efectiva. Una de las medidas más drásticas, que podría afectar el nivel de participación ciudadana, será reducir la cantidad de casillas electorales en más de 50 por ciento, del total habitual, aunque cada sección contará al menos con una casilla asegurada.

Ante la insistente pregunta sobre las difíciles condiciones en las que se realizará el proceso electoral para personas juzgadoras, en tono seguro y de auténtica convicción por hacer cumplir el mandato constitucional, Guadalupe Taddei ha señalado que “la calidad del proceso no está en riesgo. Hemos optimizado recursos sin comprometer la certeza ni la transparencia de las elecciones”.

Cabe destacar, que a fin de transparentar este inédito proceso electoral, y el gasto que ejercerá el INE, en reiteradas ocasiones las y los consejeros del Instituto han explicado en qué se ejerce el presupuesto y las áreas en que se ha visto vulnerado el ejercicio cotidiano del organismo ante el recorte presupuestal que hizo la Cámara de Diputados.

En este sentido destaca la sólida defensa del presupuesto que han hecho las consejeras electorales Norma Irene de la Cruz y Rita Bell López Vencen, quienes desde noviembre y, de manera coordinada con Guadalupe Taddei, han insistido en la importancia de mantener una estricta rendición de cuentas sobre la aplicación del presupuesto otorgado:

“Debemos ser responsables no solo de organizar elecciones legítimas, sino también de justificar cada peso que nos fue asignado. Las limitaciones presupuestales no eximen al INE de entregar cuentas claras y transparentes al país”, ha dicho la consejera presidenta Taddei.

En otro orden de ideas destaca que, pese a las limitaciones, el mensaje del INE es claro: la participación ciudadana es esencial. Herramientas como “Ubica tu Casilla” y “Ubica tu Candidato” se están preparando para facilitar la información al electorado y fomentar la participación. “La se fortalece cuando todos participamos. Esta elección será histórica, y cada cuenta”, subraya Taddei

Ante cuestionamientos sobre la independencia del organismo, la presidenta del INE ha reafirmado su compromiso con la autonomía constitucional del instituto. En ese contexto, la reciente reunión con la presidenta de la República fue calificada como técnica y no política, centrada en las necesidades presupuestales y operativas del proceso.

En medio de la complejidad del panorama político, Taddei Zavala concluyó con un mensaje contundente: “El INE está preparado para enfrentar estos desafíos. Seguiremos siendo un pilar de la democracia mexicana, entregando resultados transparentes y confiables para el país”.

Hay que reconocer que pese a las críticas y sobre todo a los cuestionamientos que se hacen sobre la independencia del Instituto Nacional Electoral, con un camino lleno de por delante, este órgano autónomo del Estado mexicano se ha mantenido firme en su compromiso de salvaguardar la legitimidad democrática, apostando a la participación ciudadana y la confianza en las instituciones.

Ahora dependerá de los ciudadanos reiterar en las urnas la vocación democrática de los mexicanos, y la confianza a un instituto que ha permitido la alternancia en el poder ejecutivo y legislativo y que siempre ha asumido, contra viento y marea, los retos que le han impuesto las diversas reformas electorales.

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