La agencia Reuters informó esta mañana que aplazaría los nuevos a las importaciones provenientes de y , para el 1 de marzo. Según fuentes cercanas a la administración, el estadounidense establecería un mecanismo para que ambos países soliciten exenciones específicas, aunque estas serían limitadas y otorgadas bajo criterios estrictos.

Aunque la tasa arancelaria exacta aún no ha sido confirmada, se estima que podría alcanzar el 25% para ciertos productos. La medida, que ha generado preocupación en los sectores económicos de los tres países, ha sido justificada en la Casa Blanca en reiteradas ocasiones  por la falta de apoyo para detener la inmigración de indocumentados y el tráfico de fentanilo.

El anuncio pone en riesgo el que ha integrado a las economías de América del Norte durante más de tres décadas. A pesar de las tensiones, se especula que la administración Trump estaría abierta a negociaciones adicionales para encontrar una solución más equilibrada.

Además el gobierno estadounidense evalúa imponer un gravamen adicional del 10% a las importaciones provenientes de , aunque no se han proporcionado detalles concretos sobre su implementación. Se cree que la administración podría basarse en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) para justificar estas medidas, en respuesta a la crisis del fentanilo y los desafíos migratorios.

Economistas han advertido que estos aranceles podrían tener un impacto significativo en los precios de productos como aluminio, madera, alimentos y vehículos, afectando directamente a los consumidores estadounidenses. Asimismo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha afirmado que su país respondería con aranceles proporcionales, mientras que en México, , ha reiterado su compromiso con el diálogo.

Las tensiones provocadas por Donald Trump generan un escenario económico cada vez más incierto.

Con infiormacion de Reuters.

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