En las últimas dos décadas, México se ha convertido en un campo de batalla económico entre dos gigantes globales: Estados Unidos y China. Mientras EE.UU. ha mantenido su posición como el principal inversor en el país, China ha incrementado progresivamente su presencia, generando tensiones comerciales y replanteando el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Estados Unidos ha sido el actor más relevante en la Inversión Extranjera Directa (IED) en México, con montos que oscilan entre los 7.538 millones de dólares y un máximo histórico de 22.136 millones de dólares en 2001. Esta relación se ha fortalecido gracias al TLCAN y su actualización, el T-MEC, que ha facilitado la integración productiva entre ambos países.
En los primeros nueve meses de 2024, la inversión estadounidense alcanzó los 14.400 millones de dólares, representando el 40 % del total de la IED en México. Sectores como la manufactura avanzada, la energía y las telecomunicaciones han sido los principales beneficiarios de este flujo de capital.
Por su parte, China ha pasado de ser un actor marginal a convertirse en un inversor estratégico. En 2000, su inversión en México fue de apenas 10,3 millones de dólares, pero ha experimentado un crecimiento notable, alcanzando un máximo de 570 millones de dólares en 2022.
Este incremento se debe, en gran medida, a la guerra comercial entre EE.UU. y China, que ha llevado a empresas chinas a establecerse en México como parte de una estrategia de relocalización o ‘nearshoring’. El objetivo es evitar los aranceles impuestos por EE.UU. y estar más cerca del mercado estadounidense.
Aunque la inversión china retrocedió un 72 % en 2023, para los primeros nueve meses de 2024 repuntó casi un 200 %, alcanzando los 477 millones de dólares. Sectores como la manufactura y la tecnología han sido los principales focos de esta expansión.
La rivalidad entre EE.UU. y China ha colocado a México en una posición delicada. Por un lado, el T-MEC ha fortalecido la inversión estadounidense, pero por otro, el ‘nearshoring’ chino ha abierto nuevas oportunidades para el país.
Sin embargo, la incertidumbre política y económica podría afectar este panorama. El posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, con su enfoque proteccionista, y la revisión del T-MEC en 2026, son factores que podrían redefinir las relaciones comerciales en la región.
Con información de EFE y análisis de expertos en economía y comercio internacional