Frente a un mural que retrata el alma de Tijuana, obra monumental ubicada en la residencia del Sr José Aguirre Lomelí, el diputado federal Fernando Castro Trenti ofreció un mensaje profundamente emotivo sobre la historia, la memoria y el compromiso con la ciudad que lo vio crecer.
Durante su intervención, el legislador compartió recuerdos de su infancia en la calle 9, casi esquina con Constitución, evocando sonidos, aromas y escenas cotidianas que marcaron su identidad. “Me sentí desplazado hacia mi interior. Empecé a ver personajes que me acordaron de mi infancia, del mercado, de la ambulancia, del bullicio de una ciudad viva”, relató conmovido.
Castro Trenti destacó que los murales no sólo cuentan historias: también enseñan a honrar a quienes construyeron la ciudad con su trabajo y su entrega. “Esto que estamos viviendo es la esencia de nuestra tierra. Nos hace uno solo, sin colores ni diferencias, porque la cultura y el arte nos funden en identidad”, afirmó.
En un tono íntimo, el diputado compartió que cumplirá 70 años y que, tras décadas de servicio público, aceptó regresar al Congreso de la Unión por una razón poderosa: la esperanza que representa la presidenta Claudia Sheinbaum. “Me convenció su pasado. Me dijo: ‘No seas egoísta, tienes que ayudar’. Y no me pude abstener”.
Consciente de los desafíos que enfrenta Baja California, desde la inseguridad hasta el colapso vial, Castro Trenti hizo un llamado urgente a construir grandes proyectos para devolverle a Tijuana la paz y la dignidad. “¿Cuánto cuesta la paz? ¿Cuánto cuesta que no haya cobro de piso? Tenemos que saberlo. Y tenemos que hacerlo.”
Finalmente, aseguró que dedicará el resto de su vida a servir con honestidad y entrega. “A Tijuana le debemos mucho. Le debemos lo que somos. Yo vine a decir que estoy de vuelta y que estoy listo para darlo todo por esta tierra que amo”.