• La economía mexicana se encuentra en el umbral de una crisis.
  • Para crecer se requiere inversión y un mercado interno fuerte.
  • El Plan y el Plan Nacional de Desarrollo no tendrán éxito sin los recursos necesarios

En las últimas semanas la atención de los análisis en materia económica se ha enfocado en los posibles efectos de la imposición de aranceles У restricciones al comercio internacional. Poca atención se le ha impreso al análisis y discusión del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, presentado el pasado mes de enero y que es la guía de acción del federal, alrededor del cual deben girar los planes estatales, regionales y sectoriales. 

El concepto de planeación en México se ha distorsionado en los últimos años y ha perdido fuerza lo que es muy peligroso para un país ya que, sin ella, las acciones y proyectos que se emprenden suelen no tener sentido, carentes de visión de futuro, se convierten en improductivos y no responden a las necesidades del país. 

«La planeación, concepto que se debe retomar con fuerza, se enfrenta a una falta de sistémico.» 

Tanto el como el proponen ambiciosos objetivos, en muchos de los casos a partir de retomar las necesidades y exigencias del entorno; no obstante, no queda claro de dónde saldrán los recursos públicos e inversiones necesarias para lograr las metas propuestas, cuando las públicas están comprometidas en su viabilidad ante la necesidad de reducir el , afrontar los costos de la creciente deuda y el empeño en continuar priorizando la costosa política social. 

En el caso de México, los resultados de las simulaciones hechas por organismos privados y multilaterales como la OECD, apuntan a un deterioro mayor en crecimiento y la que podría exacerbarse si frente al entorno externo, México no responde de manera adecuada y con visión de largo plazo. 

Desde el 2023, si bien el creció 3.3% anual, impulsado por actividades secundarias (+3.5%) como manufacturas y construcción, el sector agropecuario registró una crisis severa con caída del 40% en producción de maíz (commodity que ha tomado una singular relevancia por las controversias comerciales e ideológicas), y que se ha visto afectado por las sequías, altos costos, falta de políticas de apoyo, así como la indolente inacción gubernamental por ante el flagelo del crimen organizado. Las importaciones de alimentos alcanzaron récords (56% del consumo nacional). Por su parte el 2024 nos ha mostrado el cúmulo de fallas estructurales que no hemos sabido corregir por décadas; el PIB creció 0.5% en el cuarto trimestre y al año completo apenas 1.5%, el peor desempeño desde 2020, nuevamente el sector agropecuario arrastró a la actividad económica con una caída de 2.3% anual; por su parte la actividad industrial creció apenas 0.2% anual, con lo que el sector secundario acumuló cuatro trimestres consecutivos de desaceleración. 

Como hemos apuntado en anteriores ocasiones, el año de 2025 promete agudizar las condiciones de estancamiento y franco deterioro en que se encuentra la economía. Entre los factores preponderantes que están generando estas expectativas se encuentra la alta dependencia de un modelo de crecimiento liderado por las exportaciones y que ha sido sublimado por el TLCAN en su momento que, si bien diversificó la economía, descansa de manera excesiva en sectores de baja productividad, como las maquiladoras que generan bajo valor agregado. Si bien en 2024 la exportación de bienes y servicios contribuyó al 43% del PIB, esta actividad no ha sido suficiente para generar un crecimiento sostenido.

México es en mayor medida una economía de consumo, en 2024 el 77% del producto se debió a la contribución del consumo privado; sin embargo, este componente se debilitó drásticamente en 2024 con un crecimiento anual de 2.8%, frente a registros superiores al 4% en los dos años anteriores. De hecho, en el cuarto trimestre de 2024 decreció 0.5% trimestral y apenas creció 0.4% en términos anualizados. La significativa pérdida de más de 400 mil empleos de finales del año pasado, que empujó al crecimiento de la informalidad y de la pobreza laboral, por mucho que se presuma el aumento en el salario mínimo, ha sido uno de los principales obstáculos al crecimiento

Lamentablemente las expectativas para 2025 en términos de la contribución que el mercado interno pueda generar en el crecimiento de la economía, señalan que se verá bastante limitada por la falta de recursos que detonen una mayor productividad. La inversión pública se ha prácticamente detenido; de igual forma tanto la inversión privada nacional como la extranjera se encuentra estancada ante la incertidumbre que ha generado el deterioro del estado de derecho y la seguridad jurídica a nivel interno; en el cuarto trimestre de 2024 la inversión privada nacional registró un decremento de 2.6% real, en tanto que la inversión extranjera se ha estancado. En pocas palabras los motores del mercado interno están apagados

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) y el Plan México deben ser instrumentos de polítical económica que permitan un sano crecimiento y desarrollo del país; su viabilidad depende de una buena gestión pero también de contar con los recursos para lograrlo, eso debe ser la prioridad

El autor es presidente de:  Consultores Internacionales, S.C.R

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