Desde la cantidad de labiales que se compran hasta cuánto aire hay en tu bolsa de papitas fritas, existen objetos y conductas que expertos en finanzas pueden utilizar para diagnosticar la economía de un país.
Si bien estos analistas suelen utilizar indicadores macroeconómicos, como el Producto Interno Bruto (PIB), para determinar si hay recesión en la economía, expertos apuntan a otro tipo de indicadores, considerados como no típicos o “raros”.
Francisco Orozco, profesor en la Escuela de Negocios y líder regional en Monterrey del FAIR Center, argumentó que los cambios en el comportamiento de los consumidores, sus actitudes e incluso la moda pueden ser indicadores valiosos y fáciles de visualizar.
“Estos indicadores suelen involucrar objetos de consumo habitual en las personas (…) entendemos con cosas que usamos todos los días”, expresó el docente del Tec de Monterrey.
“Cuando hablamos de cosas como labiales o hamburguesas, podemos entender de una manera mucho más tangible sobre lo que hablan los economistas, si sube o baja algo e incluso cambiar nuestros hábitos financieros”, puntualizó.
Indicadores de recesión en la moda
1. Tacones bajos y faldas largas
De acuerdo con Orozco, el tamaño, color y estilo de las prendas suelen ser indicadores de lo que se conoce como Behavioral Finance (Finanzas del comportamiento).
Propuesto por el economista George Taylor en los años veinte, Orozco explicó que este indicador sugiere que en tiempos con prosperidad económica las faldas son más cortas, mientras que en épocas de crisis tienden a alargarse.
“Es algo que se ha visto en recesiones como la de 2008, que es la peor crisis financiera después de la Gran Depresión, y también en los años treintas y los cuarentas, donde en estos desfiles de moda mostraban faldas largas y vestidos más modestos”, explicó.
En cuanto a los tacones, un estudio de IBM en 2011 encontró que en periodos de crisis financiera, las mujeres optaban por un tacón más bajo debido a una mayor necesidad de comodidad y practicidad.
2. Corbatas menos llamativas y más anchas
El docente explicó que la vestimenta masculina también cambia con la economía, señalando que durante períodos de recesión, las corbatas estilizadas y en colores llamativos tienden a ser reemplazadas por diseños más anchos y sobrios.
Similar a las faldas largas tras la recesión de 2008, e imitando patrones vistos en recesiones pasadas, el especialista señaló cómo las corbatas más anchas volvieron a ganar presencia.
“Cuando las personas se sienten bien, en tiempos que permiten un bienestar integral y un sentido de estabilidad en las finanzas personales, estas tienden a estar más relajadas y eso se refleja en su estética personal”, argumentó.
Este cambio, explicó, se ha asociado con la necesidad de proyectar una imagen más seria y confiable en el entorno laboral, considerando el aumento de la tasa de desempleo que se ve durante épocas de crisis aumenta la búsqueda de trabajos estables.
«Lo que no se puede medir no se puede controlar (…) eso es crucial para un manejo responsable de las finanzas personales aún en momentos de crisis”: Francisco Orozco
3. Aumento en las ventas de lápices labiales
Orozco compartió que el llamado «Índice del Lápiz Labial» introducido por Leonard Lauder, presidente de Estée Lauder, propone que en tiempos de crisis económicas las ventas de labiales aumentan.
“Ellos (Estée Lauder) empezaron a visualizar que en momentos de recesión, las personas reducían gastos de bienes de lujo. Sin embargo, por fenómeno social, las personas siempre tendían y tienden a darse un ‘lujito’, como son los cosméticos”, explicó.
“En una crisis, tal vez no tendré para comprar una casa de lujo, un coche de lujo o ropa de diseñador, pero las personas buscan una manera económica de darse algo que los haga sentir bien, un gusto, sin comprometer su estabilidad financiera”, agregó.
Si bien este fenómeno se ha presentado en momentos como la crisis del 2008, el profesor indicó que durante la pandemia, este indicador se modificó debido al uso de mascarillas, y en lugar de ello, las personas invirtieron en lentes o maquillaje para ojos.
4. Cabello más corto y colores naturales
Como parte de las finanzas de comportamiento, el docente explicó que las personas han mostrado llevar el cabello más corto en épocas de recesión como una forma de ahorrar dinero.
«El cabello corto puede vincularse a este tema de ahorros pequeños, o microahorros, en donde uno piensa: si me corto el pelo ahorita, entonces no voy a necesitar un corte en un mes, dos meses, y así estoy ahorrando”, esclareció.
Por otro lado, el experto explicó que, similar al caso de la ropa, el cabello en estilos más tradicionales y en colores naturales también se ha alineado en el pasado al comportamiento que busca encajar dentro del entorno laboral clásico.
“Es nuevamente un tema estético que nos muestra que en tiempos donde podemos cuidar y alimentar nuestro bienestar integral, queremos mostrar más cosas, esto no solo en términos de marcas, sino en términos de apariencia personal”, argumentó.
Indicadores de recesión en tu comida
5. Índice Big Mac
El Big Mac Index, publicado por The Economist en 1986, surgió como una forma de medir y comparar el poder adquisitivo en diferentes países, explicó el profesor.
“Aquí tenemos un tema de paridad, del tipo de cambio, donde la teoría nos dice que el mismo producto debería costar igual en diferentes países, que es lo que llamamos la paridad del poder de compra.
“Lo que dice es que cuando haces esta conversión entre monedas, la misma hamburguesa con los mismos ingredientes y la misma experiencia de usuario, tendría que costar lo mismo; sin embargo, esto no es el caso siempre”, indicó.
De este modo, el precio de una Big Mac (hamburguesa de la compañía McDonalds) puede ser utilizado para reflejar la inflación y la devaluación de la moneda de un país, mismos factores que pueden ser señales de una posible crisis económica.
6. Impacto en el consumo de alcohol
Según Orozco, el consumo de alcohol también suele modificarse en tiempos de crisis, siendo que las personas suelen reducir su gasto en bebidas alcohólicas en bares y restaurantes, optando por consumir en casa para ahorrar dinero.
Sin embargo, el académico señaló que el consumo de alcohol puede aumentar como una forma de escape ante la incertidumbre económica, lo que genera un impacto en la industria y en las tendencias de compra.
“Durante la pandemia también se estudió una situación curiosa en la que el consumo de alcohol aumentó, mientras que la compra de bebidas energizantes como Red Bull disminuyó”, compartió.
7. Aumento de comidas enlatadas en casa
Por otro lado, Orozco explicó que durante épocas de crisis, los consumidores suelen buscar maneras de reducir sus gastos en alimentación, lo que lleva a un incremento en la compra de alimentos enlatados y no perecederos.
Siendo un fenómeno presente desde el siglo 20, el docente indica que estos productos tienden a ser más baratos y cuentan con una larga vida útil en comparación con alimentos frescos o comidas fuera de casa.
“Ahora, además de que comida barata es comida, también es lo que se conoce como comida de precaución, ya que, al no ser bienes que cambien de precio de manera muy abrupta, pues las personas incluso optan por conservarlas”, aclaró.
8. El “aire” en tus bolsas de papitas también sube
Para enfrentar los aumentos en costos de producción, el académico señaló cómo las empresas (más evidente en la industria alimentaria) recurren a lo que, en México, conocemos como «reduflación» (shrinkflation en inglés).
“Esta es una tendencia que involucra mercadotecnia, economía y finanzas (…) cuando hablamos de inflación nos referimos al aumento generalizado de los precios, pero con la reduflación hay un elemento psicológico”, compartió.
“Lo que suelen hacer las empresas es que reducen la cantidad de producto en el empaque sin modificar el precio, de una manera en la que sea casi imperceptible para el consumidor”, esclareció.
Como resultado, las bolsas de papas, los paquetes de chicles, así como una variedad amplia de productos parecen contener “más aire” y menos contenido, lo que representa una forma indirecta de inflación disfrazada, indicó el experto.
Indicadores de recesión en tus hábitos
9. ‘Boom’ en las apps de citas
Por otro lado, el profesor compartió que las personas han mostrado recurrir más a las aplicaciones de citas en búsqueda de compañía o estabilidad emocional durante épocas de crisis.
Esto, explica el experto, se debe a que la incertidumbre económica puede aumentar la necesidad de conexión humana, lo que impulsa el uso de este tipo de plataformas.
“Los seres humanos interactuamos en búsqueda de un bienestar integral y al momento de que un pilar, que en este caso podría ser el bienestar financiero, no se está dando, buscas otro tipo de bienestar que es el de las relaciones”, esclareció.
“La búsqueda de la parte afectiva o emocional es básicamente eso, una sustitución de los niveles de bienestar, de uno por otro, que es lo que nos muestra esta tendencia: si uno no se está dando, vas a buscar otro que sí lo pudieras conseguir”, agregó.
10. Aumento en los tiempos de pantalla
A la par del último indicador, el profesor explicó que una época de recesión suele traer consigo un aumento en el consumo de entretenimiento, particularmente, de índole digital en las últimas décadas.
Con menos presupuesto para actividades recreativas fuera de casa, las personas pasan más tiempo en redes sociales, plataformas de streaming y videojuegos, lo que se traduce en un incremento significativo en el tiempo frente a las pantallas.
“El aumento de tiempos de pantalla también ha estado ligado al panorama (económico y social) de pandemia en el que vimos como cuestiones como el tiempo de consumo en el celular, en redes sociales, se disparó”, explicó.
“Esto también lo vemos cuando la gente está desempleada cuando está este panorama económico difícil (…) es una tendencia que seguiremos viendo en este aspecto de los indicadores”, añadió.
11. Aumentan compras de medicina para dolor
Según el académico, el estrés financiero y la presión laboral que vienen vinculadas a las épocas de crisis también pueden provocar un aumento en los problemas de salud relacionados con la tensión, como lo son dolores de cabeza y musculares.
Como consecuencia, las ventas de analgésicos y relajantes musculares tienden a incrementarse durante períodos de recesión, reflejando el impacto emocional y físico de la crisis en la población, esclareció.
“Aquí tenemos el caso de los famosos Tylenol o el Advil Index (…) Esto tiene que ver con un tema de bienestar nuevamente, pues al final del día, el aumento se vincula al exceso de trabajo o al estrés por tratar de buscar trabajo o mayores ingresos”, dijo.
12. Más tiempo entre la renovación de tus pertenencias
Por otro lado, Orozco indicó que en tiempos económicos difíciles, las personas suelen retrasar la compra o renovación de artículos que, si bien no son de lujo, implican un gasto mayor, como lo son los aparatos electrónicos o los autos.
Esta tendencia, indicó el docente, muestra que las personas alargan más el periodo de reposición de estos objetos y optan por repararlos o alargar su vida útil cuando el panorama económico se ve en mayor estrés.
“Curiosamente, esta tendencia nos ha mostrado cómo las personas tienen un poco más de conciencia financiera en estas épocas de crisis, ya que es cómo llevar el conocimiento a los cambios de comportamiento.
“Entonces, conforme se crea esta conciencia financiera forzada, las personas comienzan a hacer esta diferenciación entre lo que es una necesidad y lo que es un gusto”, complementó.
Indicadores de recesión en tu entorno
13. A menor consumo, menor basura y cajas de cartón
Cuando las personas compran menos, estas también generan un menor grado de residuos, especialmente en productos que vienen en empaques voluminosos o de materiales como el cartón, así como, en términos de basura en las calles.
Un menor consumo se traduce en menos desechos plásticos y menos cartón en los basureros, lo que se ha identificado como un efecto indirecto de la recesión.
“En la pandemia, que estábamos en una pseudo crisis económica, por ejemplo, sucedió lo contrario debido a las políticas monetarias que estimularon a la economía al bajar las tasas de interés”, aclaró.
14. Mayores rozaduras de pañales
En épocas de crisis, señaló Orozco, la tendencia indica que más padres optan por hacer un “downgrade” en artículos como los pañales de sus hijos para ahorrar dinero, al optar por un sustituto más barato.
Esto, se ha relacionado con un aumento en las rozaduras y problemas de piel en los bebés, ya que los pañales usados por más tiempo pueden generar humedad y fricción.
“En ocasiones cuando se ve mermada la estabilidad económica y financiera de una familia, se empieza a optar por ciertas decisiones, que pueden ser la limitación de la compra de algunas cosas consideradas de lujo o que tienen un bien sustituto”.
15. Más comidas caseras en la oficina
Finalmente, señaló Orozco, un indicador de recesión es el cambio en la cultura de oficina que se ve reflejada en cuestiones como el aumento de personas que llevan comida preparada desde casa o reducción de gastos para eventos o fiestas.
Esto se debe a que preparar alimentos en casa es más económico y permite un mayor control del presupuesto, mientras que la limitación de eventos sociales en la oficina limita algunos de los gastos flexibles dentro de la misma.
Por último, el docente invita a continuar estudiando y aprendiendo sobre estos indicadores y tendencias “raras” o inusuales con el propósito de generar mejores hábitos de prevención y manejo de nuestras finanzas personales.
“Al final del día es importante estar consciente de estos cambios en el día a día, ya que lo que no se puede medir no se puede controlar (…) eso es crucial para un manejo responsable de las finanzas personales aún en momentos de crisis”.