La Administración Trump anticipó que durante la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), prevista para julio de 2026, buscará implementar reglas de origen más estrictas para limitar el ingreso de insumos provenientes de economías no de mercado, como China, y abordar posibles prácticas discriminatorias en el sector energético mexicano.
Así lo señala un resumen público de un informe reservado elaborado por el Departamento de Comercio y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), solicitado por Trump al inicio de su administración. El documento, entregado recientemente a la Casa Blanca, cubre unas 24 áreas temáticas, incluyendo los preparativos rumbo a la revisión del T-MEC.
El reporte indica que “muchos cambios son necesarios, tales como hacer reglas de origen más estrictas para reducir el ingreso de contenido de economías no de mercado a EU”, y señala específicamente a México como vía principal de entrada de componentes fabricados en China.
En paralelo, el documento también plantea la necesidad de atender “prácticas discriminatorias de México, tales como las del sector energético”. Desde 2022, Estados Unidos mantiene activa una disputa bajo el marco del T-MEC argumentando que México favorece a las empresas estatales –Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE)– en detrimento de empresas privadas, incluidas estadounidenses.
Pese a años de consultas, Estados Unidos ha evitado hasta ahora convocar un panel de arbitraje dentro del tratado. En febrero pasado, durante su audiencia de confirmación en el Senado, el actual representante comercial Jamieson Greer expresó su preocupación por el trato a compañías privadas extranjeras en el sector energético mexicano, sugiriendo que este tipo de políticas podría poner en duda el cumplimiento de México con el acuerdo trilateral.
En marzo de este año, el American Petroleum Institute (API) advirtió sobre nuevas medidas del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para el control de precios de la gasolina, lo cual, según la asociación, podría perjudicar a las empresas privadas del sector energético.
Cabe recordar que el T-MEC, firmado durante la presidencia de Donald Trump y negociado junto con las administraciones de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, contempla una cláusula de revisión cada seis años. Para extender su vigencia más allá de 2036, los tres países deben acordar formalmente su continuación en 2026. De no hacerlo, el tratado podría expirar 10 años después. Observadores aseguran que esta cláusula otorga a Estados Unidos una herramienta para ejercer presión en busca de cambios al acuerdo original.