El gobierno mexicano trabaja contra reloj para aumentar el suministro de agua a Estados Unidos ante el temor de que el presidente Donald Trump utilice el incumplimiento de un tratado de 1944 como moneda de presión en las negociaciones comerciales, según fuentes cercanas al proceso. La disputa, que ya enfrenta a agricultores y autoridades en el norte de México, podría escalar a una crisis bilateral si no se resuelve antes de octubre, cuando vence el ciclo quinquenal actual.
El conflicto en cifras
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Tratado de 1944: México debe entregar 1.75 millones de acres-pie de agua del Río Bravo cada 5 años, suficiente para abastecer a una ciudad mediana durante tres décadas.
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Incumplimiento crítico: Hasta marzo de 2025, solo se ha enviado el 28% del agua comprometida para el ciclo 2020-2025.
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Presión política: Republicanos de Texas exigen acciones inmediatas, mientras Trump amenaza con vincular el tema al T-MEC.
México alega que una sequía histórica, agravada por el cambio climático, imposibilita cumplir con el tratado. El acuerdo permite posponer la deuda, pero EE.UU. rechazó por primera vez en marzo una solicitud mexicana de agua de emergencia del río Colorado, señalando que los déficits «diezman a los agricultores texanos».
Claudia Sheinbaum, reconoció el incumplimiento pero aseguró que su gobierno busca alternativas: «Cumpliremos el tratado poco a poco, dependiendo de la disponibilidad», declaró, sin especificar volúmenes concretos.
Para evitar sanciones, el gobierno federal mexicano pretende aplicar una enmienda al tratado que le permite extraer agua de cuatro estados del norte (Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas) sin consentimiento local en casos excepcionales. La medida ha desatado furia entre agricultores y gobernadores, quienes advierten que sus reservas están al límite.
Mario Vázquez, senador de Chihuahua, fue contundente: «Entregar agua ahora es la muerte. No hay suficiente ni para nuestros cultivos». En 2020, un enfrentamiento entre la Guardia Nacional y productores en la presa La Boquilla dejó un muerto durante protestas similares.
Fuentes mexicanas consultadas por Reuters temen que Trump use la deuda hídrica para renegociar el tratado comercial o imponer aranceles adicionales. El senador Ted Cruz (Texas) afirmó: «Con Trump en el poder, México cumplirá. Ignorar el tratado ya no es una opción».
Claves para entender el problema
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Tratado obsoleto: No contempla el cambio climático ni el crecimiento agrícola-industrial en la frontera.
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Presión interna: Estados del norte exigen priorizar el agua para consumo local ante reservas en mínimos históricos.
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Riesgo de represalias: EE.UU. podría aplicar sanciones comerciales si México no aumenta los envíos antes de octubre.
México negocia con EE.UU. un plan para enviar 81,000 acres-pie adicionales, pero incluso esto cubriría menos del 40% de la deuda. Mientras, los agricultores del norte prometen resistir cualquier intento de extracción forzosa, lo que podría desencadenar nuevos conflictos sociales.
Con información de Reuters y declaraciones oficiales.