El sábado, la gran mayoría de los mexicanos festejó a las madres en el tradicional 10 de mayo. Las mamás suelen estar felices por los apapachos que reciben de sus familias. Sin embargo, hay un grupo de ellas que no pudieron celebrar. Al revés, se sintieron tristes, vacías, dolidas y lastimadas porque sus hijos están .

Mayra Franco lleva buscando a su hijo David Armando Rodríguez desde agosto de 2018. Esto dijo el sábado sobre la celebración del Día de las Madres: “Se terminó cuando él desapareció. Antes, año con año mi familia me ponía Las mañanitas, me daban flores y regalos, pero ahora ya no hacemos nada, más que salir a marchar y buscarlo”.

Como se ha convertido en una tradición en el Día de las Madres, las progenitoras buscadoras, efectivamente, salieron a protestar en la Ciudad de . Participaron contingentes de varios estados del país. También hubo movilizaciones en Chihuahua, Jalisco, Sinaloa, Morelos, Michoacán, Veracruz y Nayarit.

Son las madres que no celebraron. Son las madres que llevan años buscando a sus hijos. Son las madres a las que el Estado no les ha hecho justicia.

Se estima que en México hay más de 200 colectivos de familiares de personas desaparecidas, especialmente aquellos que buscan hijos. Ante el desinterés, desidia y negligencia de las autoridades, se organizan para ellos encontrar, vivos o muertos, a los que un día no regresaron al hogar.

En entrevista con La Jornada, la activista María Herrera, cuyos hijos Raúl y Jesús  desaparecieron en 2008, explica:

“Esto de buscar no se aprende así nada más. Nosotros empezamos yendo a las universidades. Les decíamos a los especialistas: ustedes tienen la teoría, nosotros la práctica. Enséñennos. En ese trayecto se toparon con personas que hicieron grandes aportes a la práctica de la búsqueda, como la maestra Albertina Ortega, fundadora de la especialidad de Antropología Forense de la Escuela Nacional de Antropología e (ENAH). Nos dio talleres, nos enseñó a distinguir los huesitos, a diferenciar un resto animal de uno humano, a identificar posibles sitios de entierro por la apariencia de la tierra. Nos explicó que donde hay un cuerpo enterrado primero la tierra se abomba, por la humedad del proceso de descomposición. Y después se va secando, formando una hondonada con una costra. La tierra y la vegetación en esos sitios cambian de color”.

Según el registro de la Secretaría de Gobernación, en México hay más de 125 mil personas desaparecidas. El 90% de ellas desapareció desde 2006.

Desde que entró la llamada Cuarta Transformación al poder, en diciembre de 2018, se calcula que han desaparecido más de 60 mil mexicanos. 2024 fue el año récord en el número de víctimas de desapariciones registradas: 13 mil 627. Durante los primeros 100 días de  en la Presidencia, del 1 de octubre de 2024 al 8 de enero de este año, desaparecieron 4 mil 10 personas en el país. Son datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

Números fríos que no trasmiten nada de la tragedia que hay detrás de ellos. Estadísticas que abruman, pero a las que nos hemos acostumbrado.

El , por un lado, cree que las cifras son exageradas y, por el otro, asegura que el Estado ya no desaparece a personas.

Lo primero es una discusión hasta cierto punto intrascendente. Vamos a asumir que, en lugar de los 60 mil desaparecidos registrados durante los gobiernos de la , fueron la mitad, es decir, 30 mil. ¿Cambia la discusión con una disminución del 50% en los números? Desde luego que no. Sigue siendo una cifra que hiela la sangre.

En cuanto a que el Estado ya no desaparece, algo que parece importarle mucho a la 4T, no tenemos elementos para asegurar que así sea. Según los expertos en y los propios colectivos de buscadores de personas desaparecidas, las policías locales coludidas con el crimen organizado siguen participando en este crimen. También algunos elementos de las Fuerzas Armadas que operan con toda impunidad.

Dicen los que saben de este tema que el Estado es omiso en las desapariciones a propósito porque, si de verdad se pusiera a buscar a los desaparecidos, se encontraría con él mismo, es decir, con las instituciones del Estado. Para todas aquellas madres que no pudieron celebrar su día, un cariñoso abrazo solidario deseándoles que algún día encuentren a sus seres queridos.

  X: @leozuckermann

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