- El empleo está estancado y lo poco que se genera es de baja calidad.
- Gran parte de las personas ocupadas tienen alta escolaridad, pero trabajan en áreas ajenas a su formación.
- Un tercio del empleo es precario: sin prestaciones, con más horas y menor salario.
Actualmente México enfrenta diversos retos. Uno de los principales es la generación de empleos bien remunerados, que mejoren las condiciones de vida de las personas. Sin embargo, estamos lejos de ello. En el primer trimestre de 2025, el IMSS reportó una caída en la generación de nuevos empleos en comparación con el mismo período del año anterior. Si bien la tasa de desempleo ha disminuido respecto al último trimestre de 2024, esto se debe al aumento del empleo informal, que representa más de la mitad de la población ocupada. Esta tendencia pone en evidencia una realidad preocupante: en lugar de avanzar hacia empleos dignos, el país parece estar retrocediendo.
«La generación de empleo bien pagado es insuficiente.»
De acuerdo con INEGI, en el primer trimestre de 2025, la población en edad de trabajar en México-personas de 15 años o más- fue de 102.3 millones. De ellas, 60.5 millones (59.2%) formaron parte de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que representó una disminución de 172 mil personas respecto al mismo período de 2024. Dentro de la PEA, 59 millones de personas estaban ocupadas;120 mil menos que un año antes, lo que indica que muchas personas dejaron de buscar empleo.
Del total de personas ocupadas, el 54.3% (32 millones) trabajaron en condiciones de informalidad, mientras que el resto contaba con un empleo formal. La población subocupada, definida como aquellos que tienen empleo, pero desean trabajar más horas, representó el 6.65% de la población ocupada (3.9 millones), una disminución frente al 6.8% reportado en el primer trimestre de 2024; esto se explica por la disminución de la población ocupada durante el primer trimestre de este año. Por su parte, el IMSS reportó la creación de 116,142 nuevos puestos durante mayo de este año; no obstante, en diciembre pasado se perdieron alrededor de 400 mil empleos. Cabe destacar que, en 2024, se generaron 213,993 nuevos empleos, cifra mucho menor a los más de 600 mil registrados en años previos, los cuales aún no se logran recuperar.
Respecto al ingreso laboral promedio, en el primer trimestre de 2025, los trabajadores formales ganaron $10,640 pesos mensuales, mientras que los informales recibieron $7,595 pesos, de acuerdo con datos de la ENOE. Por su parte, el salario de cotización promedio del IMSS en el primer trimestre fue de $18,850 pesos, lo que representa un incremento del 6% respecto al último trimestre de 2024. Ciertamente un empleo formal con prestaciones y seguridad social es lo ideal; sin embargo, no se avanza a un ritmo que cubra las necesidades de la población.
Los datos proporcionados por INEGI muestran una brecha entre el perfil educativo de la población y las oportunidades del mercado laboral. Si bien, el 45% de la población ocupada (26.7 millones) cuentan con estudios de nivel medio superior y superior, solo el 7.8% (4.6 millones) tiene un empleo relacionado con su formación académica. El resto se desempeña en ocupaciones diferentes, siendo el comercio la principal actividad. Esto revela que más del 82% de los profesionistas no logran insertarse en actividades acordes a su formación, lo que sugiere que la economía no está generando suficientes empleos calificados para absorber a los egresados universitarios, por lo que estos consiguen empleos de supervivencia.
Para el primer trimestre de este año INEGI reportó que el 33.6% de la población ocupada se encuentra en condiciones críticas de ocupación, un indicador de precariedad laboral (jornadas de trabajo largas, salarios bajos y sin seguridad social). Aun cuando esta cifra representa una mejora frente al 38.1% del mismo período del año anterior, sigue mostrando que una tercera parte de los trabajadores tiene empleos con condiciones lamentables.
El gobierno ha presentado el Plan México, donde uno de sus objetivos es crear 1.5 millones de empleos en sectores clave como manufactura y servicios; sin embargo, esta iniciativa sigue siendo solo buena idea, ya que actualmente el país no cuenta con los recursos suficientes para implementarla de manera efectiva por lo limitado de la inversión productiva, además de que esta iniciativa tiene hasta 2030 para concretarse.
Durante el primer trimestre de 2025, la inversión extranjera directa registró una caída del 21% en comparación con el mismo período de 2024. De igual manera, la formación bruta de capital fijo disminuyó 6.81% en el mismo período. Estas caídas han contribuido a que las expectativas de crecimiento de México para 2025 se hayan ajustado a la baja: Banxico estima un 0.1% y el Banco Mundial un 0.2%. Este escenario muestra un panorama económico limitado, con pocas posibilidades de estímulo inmediato para el empleo. La situación es compleja, por lo que el gobierno debe implementar estrategias efectivas que generen un cambio real en el corto plazo. México no puede permitirse esperar hasta 2030 para ver resultados.
El autor es presidente de Consultores Internacionales, S.C.®