En este espacio he caracterizado a la empresa petrolera del Estado como una especie de deidad que representa a la nación mexicana. Una corporación intocable.

Cuestionarla representa un acto de apostasía para el grupo gobernante actual. Para ellos, Pemex es un nuevo Huitzilopochtli que exige la ofrenda de cientos de miles de millones de pesos al año de los contribuyentes.

Hay que salvar a esta deidad nacional a como dé lugar.

El 5 de agosto, el gobierno dio a conocer el Plan Estratégico de Pemex, 2025-2035. Para mí, lo más importante de este plan es la promesa que hicieron tanto la Presidenta como el secretario de Hacienda de que la petrolera mexicana ya no requerirá de apoyos del gobierno federal a partir de 2027.

No más ofrendas de los contribuyentes a Huitzilopochtli. En palabras de Sheinbaum: Pemex “tendrá suficientes ingresos para pagar su deuda y contar con presupuesto para inversiones”.

Sin embargo, este año y el siguiente, los contribuyentes tendremos que subsidiar a Pemex.

Dejar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí