El intento del presidente estadounidense Donald Trump de destituir a Lisa Cook, miembro de la junta de gobernadores de la Reserva Federal (Fed), ha desatado una crisis legal y política de consecuencias significativas para la economía de Estados Unidos y global. Este movimiento, calificado por expertos como una amenaza grave a la independencia de la Fed, podría redefinir los límites del poder presidencial sobre una de las instituciones económicas más importantes del país.
El pasado lunes, Donald Trump anunció a través de su plataforma Truth Social que destituía a Lisa Cook con efecto inmediato. Como justificación, citó acusaciones de fraude hipotecario, afirmaciones realizadas por Bill Pulte, un aliado de Trump y funcionario del gobierno. Según Pulte, Cook supuestamente declaró dos propiedades como su residencia principal en 2021 para obtener mejores condiciones hipotecarias, un hecho que, de ser cierto, podría constituir un delito.
Donald Trump Truth Social Post 08:02 PM EST 08/25/25
President Trump officially relieves Lisa Cook of her position at the Federal Reserve pic.twitter.com/gOPeNdwE0N
— Fan Donald J. Trump Posts From Truth Social (@TrumpDailyPosts) August 26, 2025
Sin embargo, Lisa Cook, la primera mujer afroamericana en ocupar este cargo, ha rechazado rotundamente las acusaciones y se ha negado a renunciar. A través de su abogado, Abbe Lowell, ha declarado que Trump no tiene la autoridad legal para despedirla y que «no existe causa» para su destitución. La ley fundacional de la Fed establece que los gobernadores solo pueden ser removidos «por causa justificada», un término que ahora será el centro de una probable y larga batalla legal. Cook buscará una orden judicial que le permita continuar en su puesto mientras se resuelve el caso.
El Trasfondo: La Independencia de la Fed en Riesgo
Este conflicto no es un hecho aislado. Durante su primer mandato, Trump criticó abiertamente a la Reserva Federal y a su presidente, Jerome Powell, exigiendo reiteradamente la bajada de las tasas de interés para, según él, impulsar la economía. El despido de Cook se interpreta como una escalada en su intento de ejercer control sobre la política monetaria.
La independencia de la Reserva Federal es un pilar de la estabilidad económica estadounidense. Permite a la institución tomar decisiones impopulares, como subir las tasas de interés para combatir la inflación, sin ceder a presiones políticas a corto plazo. Si Trump logra su objetivo y el precedente se consolida, podría erosionarse la capacidad de la Fed para controlar la inflación. Esto, a su vez, podría llevar a los inversores a exigir mayores rendimientos en los bonos, elevando los costos de endeudamiento en toda la economía, desde hipotecas hasta préstamos para vehículos y negocios.